La televisión por streaming sigue creciendo

“No vuelvo a la televisión porque la televisión está muerta” dijo el año pasado Mario Pergolini, que supo romper varios ratings con programas como La TV Ataca o Caiga quien Caiga. Obviamente lo que quería decir el productor y conductor argentino se refería a la televisión “tradicional”, tanto si hablamos de aire o de cable. ¿Tenía tanta razón?

Para una mentalidad más enfocada en el futuro que en el presente o en el pasado como la de él, por supuesto que la tenía. La televisión tradicional ha perdido mucho terreno frente a las plataformas y los canales por Internet. Aunque no termina de morir, si ponemos una barrera etaria, es muy claro que los jóvenes apenas ven televisión por aire o cable pero consumen muchísimo material por streaming, es decir, online. Pero si vamos a los ya no tan jóvenes también son muchos los que prefieren las plataformas que la televisión.

Que la televisión como se la conoció siempre aún subsista quiere decir que todavía hay un público que no se “subió” a la ola del streaming, pero cuánto vaya a durar eso dependerá simplemente de la lógica renovación generacional, que se dará tarde o temprano.

Las barbas de tu vecino

Y desde aquí es muy fácil ver ese avance del streaming por sobre la televisión si miramos un poco lo que está sucediendo en Argentina. Entre el 8 de febrero y el 8 de marzo, cinco canales de streaming tuvieron 618 millones de visualizaciones. Claro, corren con la ventaja de que, si no se lo ve en ese momento, se los puede ver después, algo que la televisión tradicional solo puede llegar a hacer mediante medios indirectos, que muy poca gente utilizó o utiliza.

Si vamos al detalle se ve que por YouTube y vidiQ, el canal LuzuTV tuvo 314 millones de visualizaciones; Vorterix, 151 millones; Olga, 68 millones; Gelatina, 37 millones y Blender, 28 millones. Es mucha pero mucha gente. Ahora bien ¿por qué ocurre esto? ¿Es solo un avance tecnológico? No, no alcanza con eso, hay algo más.

Las señales de streaming están entendiendo mejor que la televisión que existen diferentes audiencias y que un mismo canal puede atraer a un público diverso. La televisión tradicional está muy lejos de siquiera intentar captar un público diferente. Además si vamos a los contenidos, la programación argentina por streaming tiene un contacto mucho más directo con el espectador.

Mientras que la televisión tradicional sigue siendo un producto fabricado en un lugar lejano y por un grupo de gente con la que es difícil identificarse, los programas de streaming parecen hechos por una rueda de amigos de los que el espectador es parte. Y, por supuesto, que puedan verse no solo en la pantalla del televisor sino también en la computadora o el celular, es otra enorme ventaja que está haciendo ver como prehistórica la costumbre de reunirse con la familia o amigos en torno a una pantalla.

Cambio ahora y cambio siempre

Por otra parte, la rapidez con lo que la programación por streaming se adapta a cualquier moda que se cruza en la sociedad es automática, los personajes, periodistas o conductores que se pueden ver por esos canales online son los referentes de toda la juventud. No hay formatos rígidos y la audiencia valora mucho esa flexibilidad de la que la televisión carece por completo. Todo esto ya venía ocurriendo en YouTube, pero ahora en Argentina ya son varios los canales que han apostado por sus propias producciones por streaming, incorporando a veces a algunas figuras que cimentaron su fama en la televisión y otros que nunca pisaron un canal y que han hecho ya toda una carrera en las plataformas.

Por supuesto que, si hablamos de Argentina el tema de la política siempre está presente y en Blender u Olga no son ajenos a ello. Es más, en su ADN está el factor político, no puede ser de otra manera en un país en que lo político siempre se polariza y marcha a fuerza de escándalos, protestas y crisis varias. Incluso en esto, si lo comparamos con la televisión, el streaming también está un paso adelante. Porque por televisión hay cierta parte de la población argentina que, por ejemplo, mira Crónica TV y otra que mira TN, según sus inclinaciones políticas. Pero en streaming, de una manera muy posmoderna y globalista, todo se mezcla y el ultraderechista y el ultraperonista son usuarios del mismo modo de las mismas plataformas.

Así que mientras la televisión parece tener los días –o años– contados, el streaming se adapta una y otra vez a los cambios que surgen a diario.

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