El proyecto de HIF Global para instalar una planta de hidrógeno verde en Paysandú “es viable” y presenta “condiciones favorables para la actividad”, aunque podría generar “impactos ambientales significativos”, según un informe de la consultora CSI Global solicitado por el Ministerio de Ambiente.
Pablo Montes, responsable de Ambiente y Comunidades de HIF Uruguay, explicó a EL TELEGRAFO que la propia empresa propuso la Categoría C, que requiere un Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) completo y una Audiencia Pública obligatoria. “La asignación de esta categoría no es una penalización… sino que da la garantía de que se realizará un estudio de impacto ambiental completo”, aclaró.
El emplazamiento elegido fue considerado adecuado por su cercanía a ALUR, disponibilidad de agua del río Uruguay, accesos viales y la creación de una servidumbre ecológica de 260 hectáreas, que separa la planta más de 600 metros de la costa. Esta franja funcionará como reserva privada para la conservación de la biodiversidad.
Montes subrayó que la planta “convive en perfecta armonía con el Área Protegida Islas del Queguay” y que el uso de agua “no representa efecto alguno al curso de agua ni a otros usos del río, incluso en condiciones de estiaje”.
El ejecutivo destacó que los eCombustibles producidos en Paysandú “deben ser sostenibles” y están sujetos a auditorías internacionales que garantizan su contribución a la descarbonización del transporte.
Dichos proyectos requerirán un estudio de impacto ambiental completo”. Por otro, la determinación de condiciones favorables para la planta de eCombustibles “significa que la ubicación seleccionada es adecuada para el desarrollo de la actividad propuesta”. Asimismo, “la posibilidad de afectar el Área Protegida Islas del Queguay o el curso de agua es extremadamente reducida”, aseguró Montes.
SIGNACIÓN DE CATEGORÍA C “NO ES UNA PENALIZACIÓN”
El Responsable de Ambiente y Comunidades de HIF Uruguay subrayó que ante una Solicitud de Autorización Ambiental Previa, “el Ministerio de Ambiente puede clasificar a cualquier proyecto con la categoría C por varias razones”.
“En el caso del proyecto de HIF y principalmente debido a su escala, es que desde un principio se decidió proponer la categoría C. La asignación de esta categoría no es una penalización o un juicio previo a la evaluación, sino que da la garantía a todas las partes de que se realizará un estudio de impacto ambiental completo, y además un extenso proceso participativo que tiene su punto más alto en una Audiencia Pública organizada por el propio Ministerio de Ambiente”, explicó.
Dijo además que “la categoría C no determina que el proyecto vaya a generar ‘impactos negativos significativos’, sino que solicita brindar los estudios que comprueben la gestión de contingencias y mitigaciones asociadas, además de generar un proceso de participación. La clasificación C requiere que el proponente desarrolle un Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) completo. Esta categoría implica que el proceso de evaluación ambiental incluirá una Audiencia Pública obligatoria”.
TODO “HA SIDO CONSIDERADO” PARA ESTABLECER VIABILIDAD AMBIENTAL
Por otra parte, el que el emplazamiento propuesto presenta “condiciones favorables” para la actividad y que es viable desde el punto de vista ambiental “se realiza en el marco de la Viabilidad Ambiental de Localización (VAL)”. Se consideran para esa resolución la viabilidad ambiental, la ubicación estratégica en cuanto la proximidad a la planta de ALUR (para CO2 biogénico), acceso a rutas nacionales, cercanía a la ciudad de Paysandú, y disponibilidad de agua superficial del río Uruguay. También la gestión de aspectos sensibles, como la relevancia ecosistémica del borde costero, o la cercanía al Área Protegida Islas del Queguay. Pablo Montes expresó que “todos han sido considerados, y el mejor ejemplo es la creación de la servidumbre ecológica de 260 hectáreas ya estipulada en la recategorización de suelos aprobada por el Ministerio de Ambiente, la Junta Departamental de Paysandú y promulgada por la Intendencia de Paysandú”.
“Esta servidumbre ecológica –destacó–, que separa la planta más de 600 metros de la costa del río, funcionará como una reserva privada destinada a la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas. De esta forma no sólo se hará una contribución concreta a los objetivos de conservación del Área Protegida, sino que se expandirá la superficie con medidas de protección, en un ejemplo de sinergias para la conservación”.
“PLANTA CONVIVE EN ARMONÍA CON ÁREA PROTEGIDA”
El Área Protegida Islas del Queguay “ya fue decretada y, según nuestras proyecciones, la planta convive en perfecta armonía con el área delimitada para tales fines”. Además, “no podemos decir que se mantiene la posibilidad de impactar negativamente, cuando recién se acaba de presentar el proyecto. En segundo lugar, no está determinado que haya efectos negativos. De hecho, desde el inicio trabajamos para que no los haya”, explicó el ejecutivo de la empresa internacional. Pablo Montes aseguró que “los combustibles sintéticos son la primera medida concreta de la humanidad para la descarbonización del transporte, y por lo tanto de lucha contra el cambio climático. Los combustibles que se producirán en Paysandú deben ser producidos en forma sostenible. En otras palabras: para ser catalogados como tal, los eCombustibles deben de ser sostenibles y su producción es auditada periódicamente bajo los más altos estándares de calidad. Si no, el mercado no los acepta”. Considerando el área protegida, la planta “se ubicará fuera de la misma, y a mayor distancia lineal que las dos zonas urbanas cercanas. La interacción con el área es a través de la reserva de 260 hectáreas, una toma de agua, y un acceso temporal desde el río, que será restaurado al finalizar la etapa de construcción.
USO DE AGUA “NO AFECTA AL RÍO”
Dio detalles además del uso de agua que realizará la planta. “La obra de captación está dimensionada para un total de 450 litros por segundo, de los cuales sólo 50 litros por segundo son para el proceso productivo central”, dijo. “El caudal promedio del río Uruguay frente a la ciudad de Paysandú es de 600.000 litros por segundo, por lo que la toma de agua propuesta representa menos del 0,001% del caudal promedio del río, y es equivalente al caudal requerido por muchos otros emprendimientos productivos individuales a lo largo del curso de agua”.
El uso para la industria “no representa efecto alguno al curso de agua ni a otros usos del río, incluso en condiciones de estiaje”. Asimismo, “además de incorporar tecnologías eficientes en el uso del agua, y reutilizar el mayor volumen posible, la planta contará con una planta de tratamiento de las aguas utilizadas, para que una vez que cumplan con todos los parámetros exigibles puedan ser conducidas al colector industrial de Paysandú”, subrayó Pablo Montes.
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