Qué ver- Alien: Earth, en Disney+

Hace 45 años al director Ridley Scott, junto a otros colaboradores como Dan O’Bannon y Walter Hill, se les ocurrió cruzar dos géneros como la ciencia ficción y el terror y obtuvieron un enorme éxito: Alien, el octavo pasajero. El mundo estaba a las puertas de la corriente del posmodernismo en el arte y esa película fue un avance.

O sea, ya no habría géneros “puros”, todos se contaminarían entre sí en un reflejo de lo que era la misma actividad del alien; atrapar un cuerpo humano y utilizarlo para engendrar un bicho realmente horrible y peligroso. Y así como el humano en cuestión quedaba bien muerto después de ese acople, muchos sintieron que el cine como se lo conocía hasta el momento, también estaba herido de muerte. Pero en fin, los años pasaron, el personaje del alien tuvo varias películas, incluso la última dirigida por el uruguayo Fede Álvarez. Pero los que vimos la primera y también la segunda (Aliens de James Cameron) en el momento de sus estrenos, no volvimos a experimentar la misma sensación de asombro y novedad con lo que vino después. Por eso, la serie Alien: Earth puede ser, después de tantas décadas lo más original que se pudo ver desde aquel lejano 1979. Puede ser, pero ¿lo es?

Su creador es Noah Hawley, el mismo de la excelente serie Fargo, y como tal se luce bastante al presentar los giros de guión inesperados en los que es un especialista. El elenco funciona muy bien con unos adecuados Sydney Chandler y Alex Lawther como la pareja de “hermanos” protagonista y, más que nada con Babou Ceesay como un mercenario obsesionado por cumplir con su misión y, por supuesto, Timothy Olyphant como un cíborg también muy convencido en cumplir con su laburo pero que parece más humano que los propios humanos.

Y sí, ya que tocamos el tema de los cíborgs, en esta serie son tan o más importantes que los mismos aliens. Es que son los protagonistas, sobre todo una de ellos, que será también el elemento más original de la historia debido a su “relación” con los peligrosos bichos chupasangre.

Okey, hasta aquí podría parecer entonces que Hawley ha construido un universo propio a partir de una idea anterior como ya había hecho con Fargo, sin ir más lejos. Pero ojo, los que vean los primeros tres capítulos verán mucho, pero mucho de lo que ya vieron en las películas originales. La nave, los bichos capturados, los descuidos que hacen que se liberen, las persecuciones por los pasillos y todo lo demás. Por supuesto que, cuando el asunto pasa a desarrollarse en la Tierra –que es la gran novedad y una promesa que la saga cinematográfica venía haciendo desde hace décadas—también las “novedades” comienzan a aparecer. Sin embargo, nunca lo hacen de una manera total y Hawley pisa con mucho cuidado sin olvidarse nunca de respetar la idea original.

En suma, no quiere descubrir la pólvora sino lograr una serie efectiva que enganche a propios y ajenos. Eso lo consigue, hay que decirlo, aunque los que quieran grandes innovaciones no las van a ver. Obviamente que es un detalle mínimo comparado con todo lo que presenta una historia que hace casi medio siglo cambió un género para siempre y sigue siendo hoy removedora y atractiva. El que quiera más que vuelva a ver las dos primeras películas de la saga.

Fabio Penas Díaz