En los descuentos, Gómez le dio el triunfo a Uruguay

Maximiliano Gómez celebra su gol, el del triunfo de Uruguay ante Chile.

Sufridísimo. Allá viajó la pelota enviada desde la derecha al área chilena que la defensa, ante el acoso de Luis Suárez, despejó a medias.
Pero estaba Maximiliano Gómez en la medialuna. Acomodó el cuerpo como pudo para bajar de pecho la pelota, y sacó un derechazo fuerte, apretando el balón, que viajó a toda velocidad derechito al arco para colarse sobre el caño izquierdo de Arias, que nada pudo hacer.
Sufridísimo como todo el partido. Porque ya iban dos minutos de los descuentos cuando apareció ese 2 a 1 a favor de Uruguay, que durante unos minutos aguantáo el festejo porque el árbitro esperaba por el aviso del VAR ante una posible mano del sanducero al bajar la pelota.
Y listo: el paraguayo Aquino señaló la mitad de la cancha para definitivamente respirar hondo y festejar el primer triunfo en las eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar 2022, con la importancia relevante de ganar como locatario.
Pero fue complicadísimo. Quizás como no esperaba nadie porque la realidad es que, a la hora de mirar el equipo que plantó el técnico celeste en la cancha, crecía la posibilidad de buen juego, de velocidad y de potencia ofensiva.
Pero a la hora de plasmarlo en la cancha, costó. Uruguay necesitó de algunos minutos para pararse en la cancha, A los dos minutos de juego Sánchez desnudó alguna falencia defensiva del dueño de casa, pero controló Campaña.
Pero después se afirmó, y tras el zapatazo de Valverde que reventó el travesaño, Uruguay dominó cancha y juego, ante un rival que intentó presionar y agruparse cuando fue necesario. Los celestes buscaron sobre todo por derecha, con Brian Rodríguez dándole velocidad al ataque. Justamente de un pase en profundidad a Rodríguez por parte de Bentancur llegó el gol celeste, de penal. El delantero que milita en el fútbol estadounidense remató y el balón dio en la mano de un defensor. Pero se recurrió al VAR, que se estrenó en las elimiantorias, y el árbitro decretó la pena que Suárez tradujo en gol.
El ahora delantero del Atlético de Madrid tiró fuerte, a la izquierda del golero, para festejar su 60º gol con la Celeste.
El gol daba tranquilidad. Uruguay ganaba bien, pero sin sobrarle nada y sin convencer.
Chile avisó sobre el final del primer tiempo, y lo confirmó en el complemento, en el que dominó plenamente al dueño de casa, que no encontró reacción ni ideas.
Desdibujado, con demasiados errores a la hora de entregar la pelota, la Celeste se vio desbordada. Y Chile creció de la mano de Vidal, que manejó los hilos de su equipo.
Sánchez recibió la pelota de Aránguiz tras muy buena jugada, y ganándose en el área entre Coates y Cáceres, marcó la igualdad.
Y desató un mar de dudas. Porque los chilenos siguieron dominando, Uruguay sin encontrar la pelota e incluso corriendo riesgo de alguna expulsión, como pudo haber sido la de Coates y la de Bentancur.
Los cambios en Uruguay no daban resultado, pero el ingreso de Nández le dio al menos otra intensidad. Pero era difícil tener la pelota, que no le llegaba a los delanteros que navegaban en soledad.
Tabárez mandó a Maxi Gómez para ir a pelear arriba. Seguramente a la espera de poder encontrar alguna pelota que llegara al área.
Pero tan malo fue el complemento de la selección uruguaya, que tuvo que esperar a los 90’ para tener su primer acercamiento al arco: un cabezazo de Godín que se fue arriba, minutos después de que el VAR revisara una mano de Coates en el área, que desestimó ante el reclamo desenfrenado de los chilenos.
Pero llegó ese centro al área para Suárez que la defensa no pudo rechazar con efectividad. Y que terminó con ese zapatazo de Maximiliano Gómez, que marcó un golazo y un festejo con suspenso.
El primer paso está dado. Con ausencias, con algunas caras nuevas, pero ganando de local. Ahora será tiempo de recuperarse y viajar a Ecuador para enfrentar el martes, con cambios, al dueño de casa.