Rechazo a alumbrado público por contaminación

La foto con la que Diego Etchevers mostró el cielo nocturno que desea conservar en Villa Serrana.

Villa Serrana, en las cercanías de Minas, departamento de Lavalleja, es un destino turístico muy relevante de nuestro país, donde el gobierno ha realizado inversiones importantes, como la recuperación del Ventorrillo de la Buena Vista, y un centro de visitantes en el acceso desde Ruta 8, en un antiguo edificio del Ministerio de Transporte y Obras Públicas. En el recientemente recuperado camino de acceso desde ese lugar hasta el centro de la Villa que la Intendencia de Lavalleja, se está considerando instalar alumbrado público, de acuerdo a un anuncio que realizó la Liga de Fomento de Villa Serrana.
Este anuncio motivó la aparición de voces discordantes, bajo el argumento de la contaminación lumínica que se originaría.
“De prosperar, lo consideramos un error grave y con consecuencias para el medio ambiente, la fauna y el derecho de todos a un cielo sin contaminación lumínica”, argumentó en el grupo de Facebook Villa Serrana, Diego Etchevers, fundador de la Sociedad Astronómica Octante y aficionado a la fotografía nocturna, quien considera que esta iluminación es, en principio, innecesaria.
Agregó que es grave el perjuicio “sobre la fauna nocturna que ocasiona la contaminación lumínica: desorientación, trastornos de la rutina, desplazamiento a otros hábitats, desajustes en la cadena trófica o mortalidad”. También señaló que la medida afectaría el turismo de la zona que, “entre otras cosas, quiere salir de las grandes urbes en busca de lo natural, con cielos como los de Villa Serrana”.
Finalmente indicó que el disfrute del cielo nocturno es un derecho de la humanidad reconocido por la Unesco y que “no abundan cielos como el de Villa Serrana”.
La publicación generó una gran repercusión en la red social, acompañada por una imagen del centro de la Vía Láctea obtenida en el lugar, donde el grupo proyecta ubicar un Observatorio.
Pero ante tal repercusión favorable, Etchevers redobló la apuesta y sumó otra publicación, en la que invitó a los residentes del lugar a recapacitar sobre el uso de las luces exteriores.
En un informe realizado sobre la contaminación lumínica en el lugar incluía una serie de recomendaciones a aplicar y algunos criterios básicos: la lámpara nunca deberá sobresalir de la boca del reflector; el haz de luz producido no debe extenderse fuera de la zona que necesitamos iluminar, ya que esta es energía que se pierde, produciendo deslumbramiento, fatiga visual, etcétera; el cristal abombado o prismático dispersa la luz produciendo importantes pérdidas de energía y deslumbramiento.

ANTECEDENTES

No es la primera vez que se dan a conocer reclamos de este tipo en Uruguay, de hecho han sido múltiples los planteos por no modificar el cielo nocturno, especialmente en las zonas costeras y en los balnearios. Se ha logrado en algunos casos la colocación de luces en artefactos especiales y baja altura, que tienen un costo mayor, pero que reducen los efectos adversos.
Mediante una simple búsqueda en internet se puede acceder a varios informes respecto a los perjuicios de la contaminación lumínica sobre la flora y la fauna, entre ellos uno redactado por el Departamento de Astronomía del Instituto de Física de la Facultad de Ciencias, en el ya lejano diciembre de 1999, tan lejano que aún no hablaba de la tecnología LED, hoy dominante en el mercado, y sobre la que otras fuentes plantean especial preocupación.