Falleció Daniel Vidart, antropólogo sanducero

El antropólogo y escritor sanducero, a quien la Intendencia planeaba realizarle un homenaje en la VI Feria del Libro, Daniel Vidart, falleció ayer a los 98 años. “Daniel Vidart acaba de fallecer” escribió en su perfil de Facebook su esposa Alicia Castilla. Había permanecido internado varios días en grave estado. Castilla, una argentina conocida por su lucha a favor de la legalización y el consumo del cannabis, se casó con Vidart en 2014.
Daniel Vidart nació en Paysandú el 7 de octubre de 1920. Escritor, antropólogo y ensayista. Estudio Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad de la República e Ingeniería en la Universidad Nacional de Colombia.
Entre 1952 y 1958 fue vicepresidente del Sodre; desde 1962 fue el director del Centro de Estudios Antropológicos Dr. Paul Rivet y experto de la Unesco en Investigación Sociocultural y Consejero Regional y Educación Ambiental para América Latina y el Caribe.
En 1972 y 1973 fue profesor de Antropología Cultural en la Universidad de Chile. Entre 1985 y 1988 fue catedrático de Antropología de la UdelaR, y entre 1967 y 1972 fue profesor de Sociología Nacional y Sociología General del Instituto de Profesores Artigas. Desde el 2009 integró la Academia Nacional de Letras del Uruguay.
El año pasado había recibido el Gran Premio Nacional a la Labor Intelectual, otorgado por el Ministerio de Educación y Cultura, que lo destacó por su “excelencia, creatividad y contribución a la cultura nacional”. También recibió, entre otras distinciones el Premio Morosoli de Plata (1996); Premio Bartolomé Hidalgo a la trayectoria (1996); Premio Morosoli de Oro (2000); Ciudadano Ilustre de Montevideo (2007).
En 2015 -el 21 de octubre- el Correo Uruguayo lanzó un sello en su honor, de su serie Personalidades Destacadas.
Vidart se especializó en el estudio del origen de nuestra cultura y en varias oportunidades polemizó con los descendientes de charrúas. En noviembre de 2014, donó los 7.000 libros de su propiedad para la biblioteca pública: “Le estoy dando al país lo que el país me dio”, dijo en aquella oportunidad.
En sus obras, escribió sobre diversos asuntos, como la sociedad rural, el diálogo ciudad-campo, el tango, la identidad nacional, los pueblos prehistóricos, los inmigrantes, el juego, la vestimenta, el carnaval y la marihuana.

PROLÍFICO AUTOR

La trayectoria de Vidart se mide realmente en su extensísima obra, desde “Tomás Berreta” (1946) a “Con el sol en la espalda, poesía y vida”, su último libro del año pasado.
“Esquema de una Sociología Rural Uruguaya” (l948”; “Sociología Rural” (l960); “Teoría del tango” (l964); “Los pueblos prehistóricos del territorio uruguayo” (1965); “Caballos y jinetes. Pequeña historia de los pueblos ecuestres” (l967); “El paisaje uruguayo.
El medio biofísico y la respuesta cultural de su habitante” (l967); “El tango y su mundo” (l967); “Ideología y realidad de América” (l968); “Los muertos y sus sombras” (l993); “El juego y la condición humana” (l954); “El mundo de los charrúas” (l996); “Los cerritos de los indios del Este uruguayo” (l996); “La trama de la identidad nacional” (l997, 1998, 2000); “Un vuelo chamánico” (l999); “El rico patrimonio de los orientales” (2003); “Cuerpo vestido, cuerpo desvestido. Antropología de la ropa interior femenina” (2000, con Anabella Loy); “Los fugitivos de la historia” (2009); “Tiempo de Navidad. Una antropología de la fiesta” (2009, con Anabella Loy).

HOY SERÁ EL VELATORIO

Formado políticamente por el expresidente Tomás Berreta –de quien fue amigo, secretario y a quien, además, le dedicó su primer libro–, fue integrante del Partido Colorado, aun cuando en 1971 se integró al Movimiento 26 de Marzo, actuando en la dirección del grupo. Dirigió la revista Cuestión, su aparato de prensa.
Empero, tras retornar al país después de forzado exilio, volvió a los colorados. No fue un retorno definitivo, pues más adelante retornó al Frente Amplio.
Su velatorio se realizará hoy de 10 a 16 en el Paraninfo de la UdelaRr, institución que le otorgó el Doctor Honoris Causa en 2013. Vidart había solicitado ser cremado y que sus cenizas se esparcieran en la Meseta de Artigas.