Solicitada

El llamado a sala al alcalde de Quebracho Mario Bandera 

La verdad que nunca le vino mejor a un candidato, que lo llamaran a sala para interpelarlo por su trabajo, que a Mario Bandera. Los que iban por lana salieron trasquilados. El cuestionado contestó todo con calma, con moderación, con lenguaje claro y sencillo, conceptos diáfanos y brevedad en el discurso, para que su interpelante pudiera concretar su amenaza inicial de conmoverlo con nada más ni nada menos que 40 preguntas. En general la sesión mantuvo un nivel inusualmente educado. Y hubo dos conductas bien distintas. El Sr. Presidente de la Junta y el interpelado llevaron adelante sus intervenciones con la misma moderación. Desentonó el interpelante, que terminó su inquisitoria a los gritos, atropellado, desencajado, nervioso, quizás por no haber logrado su objetivo de acorralar con sus preguntas a su presumible víctima, Mario Bandera. Lo acusó de ayudar a una persona determinada (que nombró) por tapar unos pozos y charcos en una calle de San Félix y no pudo (desde la barra lo desmintieron). Le preguntó si además de en San Félix, alguna vez había trabajado con sus equipos fuera de su municipio. Y ahí, “lo taparon de tierra”. Porque Bandera, ceremoniosamente le contestó que sí, que en sus 9 años como alcalde de Quebracho, lo había hecho en El Eucalipto, Cerro Chato, Sauce del Queguay, Gallinal, Camino de las Avenidas en Constancia, Porvenir, Guichón, Termas de Guaviyú, Chapicuy, en la ciudad de Paysandú en algunas inundaciones y que a San Félix le había llevado prestado un escenario para festivales y también había hecho la mudanza de una funcionaria a Corrales de Abasto.
Vale agregar que en todo el departamento se sabe que la alcaldía de Quebracho, que linda con muchas otras y alguna junta local, durante los nueve años de gestión de Bandera, prestó ayuda a todos los que se la pidieron dentro de sus posibilidades. Bandera lo mismo maneja la camioneta, un camión, la motoniveladora y escarifica o perfila un camino, hace una cuneta o se sube a la aplanadora y compacta material. Quizás es por eso que según dijo el alcalde en sala, su municipio entre “idos y sacados” tiene 10 funcionarios menos y el intendente no repone ninguno. Ante todas esas contras, no nos extraña que a un alto tecnócrata de la IDP, al ver que igual Bandera hace todo lo que hace, le parezca que está ante un encuentro del tercer tipo. Salir de las sombras de los escritorios y las caricias de los acondicionadores y encontrarse de golpe, al aire libre, con la realidad de la vida común de alguien que piensa y ejecuta al mismo tiempo los deja estupefactos. ¡Más allá de todas las normas y los controles de los controles!
Lo que quedó ampliamente demostrado fue que a Bandera la Alcaldía de Quebracho le queda chica y tanto a los que vinieron desde allá a enjuiciarlo, como al inquisidor de la Junta Departamental, sus bancas les quedan inmensas.
En estos 4 años que van de gobierno del FA nunca fui ni escuché por radio lo que hacía la Junta, que dejé atrás luego de 15 años en el 2015. Pero el martes 30 hice una excepción. Cuando terminó la Comisión General apagué la radio y no supe más. Me acordé que un edil muy valiente, el 10 de julio, acusaba a Bandera de “un claro abuso de funciones” de lo cual lo iban a inculpar ante la justicia y otro pediría su destitución por la junta.
Qué curioso, el senador Michelini bregaba furiosamente por la eliminación del “abuso de funciones” como figura delictiva cuando se le iba a aplicar a Sendic. Su partido insistió en lo mismo, cuando se le terminó aplicando a Fernando Lorenzo y Fernando Calloia por el aval de los 13 millones de dólares dado por el BROU al ignoto “caballero de la derecha” en el remate que fundió Pluna. Ese mismo delito la Justicia lo mantuvo como tal y se le aplicó a esos inculpados y fueron condenados. Ahora esa figura delictiva que era repudiada y denostada por el Frente Amplio, la aplauden, si se le aplica al alcalde Bandera. “Como le digo una cosa le digo la otra”.
Termino con algunos cruces entre los ediles. Así como el concejal del Partido Colorado de Quebracho dijo que la tosca que volcó Bandera en San Félix “fue la más cara de la historia”, un veterano edil del Partido Nacional le disparó al interpelante que no tenía talla para inquirir nada a nadie porque desde la Presidencia había impedido que lo investigaran por sobrecostos en facturas de una fiesta de fin de año. (Ej. Factura: $800 la botella de “amarga” que valía $200).
La frutilla de la torta. Le preguntan a Bandera por qué no andaba el GPS del camión-chata. Contesta porque lo tienen que arreglar desde la Intendencia y no lo hacen. Todos saben que yo estoy en la línea del Herrerismo, con Lacalle Pou y con Bertil Bentos. Pero me honro de que en mi Partido Nacional tenga más personas capaces, de otras tendencias que puedan hacer una gran gestión de gobierno. Ing. Ramón Appratto Lorenzo