“Parece que se termina la era del Frente Amplio, aunque no es seguro porque las encuestas son muy contradictoras. Pero lo que sí ha caducado es el Frente Amplio como propuesta”, aseguró Gonzalo Abella, candidato a la Presidencia por Unidad Popular, quien estuvo en Paysandú acompañado por su compañero de fórmula Gustavo López.
“Basta recorrer las ciudades mirando los edificios, las viviendas y se ven mucho menos banderas que en años pasados. Eso indica una desesperanza, una resolución de la ciudadanía de votar lo menos malo y no poner entusiasmo en lo que está haciendo. El Frente Amplio ha caducado como proyecto, pero ante la orfandad de ideas del Partido Nacional mucha gente puede terminar votando por lo que considere menos malo”, puntualizó.
Unión Popular es un partido de “viejos sueños que otros han olvidado y profundas convicciones artiguistas. Este es un desafío muy fuerte porque al no tener recursos para hacer campaña en los grandes medios, nuestra forma es peregrinar por el país para llevar el mensaje de manera directa. Decimos que otro camino es posible, que frente a un denominador común de blancos, colorados, independientes y el partido de gobierno”, destacó Abella.
Esos partidos políticos “sostienen que hay que aceptar el saqueo de las transnacionales porque es lo único que hace gotear puestos de trabajo. Pensamos que el camino es apostar a los recursos, a las mejores tradiciones patrias de otros tiempos y reformularlo en un sentido de crear una sociedad con pleno empleo, alimentos y salud para todos, junto a la esperanza de nuestra gente”.
En el caso de Unidad Popular, tanto en su programa de gobierno como en su plataforma “no se empieza con promesas sino con una identificación de dónde sacar los recursos y cómo redistribuirlos. Este es el único partido que plantea gravar al privilegio, a los grandes poseedores y a los saqueadores internacionales, así como consecuentemente aliviar la política impositiva a pequeños productores y empresarios”.
“SANGRÍA BRUTAL DE LA DEUDA EXTERNA”
“Es diferente también nuestra lectura de la deuda externa –aseguró Abella–. Hay una parte que pagar pero hay otra que no, de ninguna manera. Nos referimos a la que estamos generando por parques eólicos de quienes son deudores contumaces del BROU, con actividades cuestionables en el pasado, que generan parte de nuestra deuda pública. En esos casos lo que hay que hacer es una auditoría y retirarla de la sangría brutal de la deuda externa”.
En política impositiva “queremos que se grave a la banca privada, a las redes privadas de cobranza, a los grandes contaminadores no residentes, a los que destruyen a la caminería rural con camiones cargados de troncos. Y la erradicación de las Afaps cuya ganancia duplica anualmente el déficit del BPS”.
Descartó formar parte de una posible coalición de gobierno porque “de acuerdo a nuestro programa no se puede llegar a acuerdos de programas con otros partidos que son antagónicos, pero sí podemos ante un proyecto que siga nuestros principios y criterios, leyendo la letra chica, apoyarlos. Pero no negociar el programa”.
Para Unidad Popular “el camino es una patria soberana con seguridad alimentaria, socialmente solidaria y ambientalmente sustentable. Ese camino pasa por las elecciones y en ella los parlamentarios que consigamos van a trabajar como trinchera de nuestro proyecto”.