Covisan 3, “El Techo”, celebra su aniversario

La cooperativa de viviendas Covisan 3 cumplió 50 años de su creación y celebra 40 años de la inauguración de las viviendas, enmarcada en el sistema por ayuda mutua de Fucvam. Conocida como “El Techo” –o “barrio de la Coca Cola”–, surgió “a través de una inquietud de los trabajadores de la empresa de Refrescos del Norte, a finales de la década de los años 60, cuando se agudizaba la crisis económica y social. Había grandes dificultades para tener una vivienda decorosa por los valores astronómicos en los alquileres”, recordó uno de sus socios fundadores, Aníbal Calventos. “Así empezamos a trabajar para lograr información y descubrimos que a nivel parlamentario se estaba discutiendo sobre las viviendas cooperativas. Fue la famosa ley madre de nuestro movimiento cooperativo, la 13.728”, explicó.
De aquella asamblea de trabajadores, surgió Covisan 3. “Éramos 28 trabajadores de Coca Cola, cinco de Norteña, dos de la Cármica, entre otros”, destacó Juan José Nerón, quien ocupó la presidencia de la cooperativa más de una decena de veces y tuvo a su cargo las intensas gestiones ante los organismos competentes.
Antes de ingresar en el relato, no dejó pasar que la mencionada Ley Nacional de Vivienda “es la mejor ley, después de la Constitución de la República. La más completa de todas las que hizo Uruguay en su historia. Lamentablemente fue muy cercenada en épocas de la dictadura y después también, por conveniencia”.

USUARIOS

Nerón comenzó por “la compra del terreno en una zona donde se había estipulado una plaza, de acuerdo al plano del arquitecto Villamajó. Nos tomaba una parte del terreno, que teníamos intención de comprar desde Dr. Felippone –anteriormente Europa– hasta bulevar Artigas. Nos quedamos, obligados, solo con la mitad del terreno”.
“El Techo” se compone de 13 viviendas de tres dormitorios y 32 de dos. “Los cimientos fueron pilotines y contratamos una empresa. Con el tiempo tuvimos problemas con los planos, no queríamos los marcos de hormigón, ni la instalación eléctrica como venía ni los techos de dolmenit. En principio se programó un salón comunal de 8 metros por cuatro y también lo rechazamos. Entonces, hicimos el actual de 7 por 19 metros y le agregamos una oficina con parrillero”, detalló.
La comisión fundadora gestionó la construcción durante la dictadura y recuerdan que las reuniones con las autoridades “se hacían con una pistola sobre la mesa” y ante cada nuevo planteo, le recordaban que “no acatar las decisiones implicaba un arresto. Jamás olvidaremos eso”, enfatiza Calventos.
Comenzaron a construir en 1971, atravesaron por dos interrupciones ante la demora en la entrega del préstamo y retomaron en 1976 hasta continuar en 1978. Antes de finalizar, padecieron una nueva interrupción hasta 1979. “Fueron ocho años para construir. El 18 de julio de ese año se sortearon las casas y el 24 de agosto del año siguiente, se entregaron los compromisos. Después del sorteo, algunos ya se habían mudado a la cooperativa que aún estaba sin terminar”, puntualizó Nerón.
A fines de 1983, “hubo grandes problemas que se resolvieron con paralizaciones y sin pagar al BHU, sino en un depósito en cuentas paralelas”. Aquellos cooperativistas protagonizaron, además, la campaña de recolección de 330.000 firmas en un día contra la propiedad colectiva en febrero de 1984.

CAMBIO GENERACIONAL

Su presidente actual, Ruben Darío Monroy, destacó que desde aquellos iniciales 45 socios, “vamos en el socio 141. A pesar de los cambios, quedamos contentos cuando la gente nos elige. Esto habla, además de la convivencia, de la elección por el cooperativismo. Nadie está preparado para ser cooperativista, pero la ayuda mutua es una capacitación necesaria para serlo”.
En los últimos años, realizaron el cambio total de los techos y cuentan con un fondo para solucionar los problemas sanitarios surgidos con el paso de las décadas. El tesorero Luis Alberto Pereira, también confirmado en su cargo en varios períodos, resaltó “las nuevas formas de pago a las que hubo que adaptarse, con las transferencias bancarias. Me aliviaron de andar con plata en la calle”. La comisión fomento (Cefic) está integrada en su mayoría por mujeres y cambió su rol social. “Tenemos que hacer conocer los estatutos y recordar periódicamente la convivencia. Es necesario un recambio generacional y si nosotros no rescatamos esta historia, queda perdida”, señaló Monroy.