El Este del departamento de Paysandú y Río Negro son las zonas con mayor impacto por falta de lluvias

En el Este del departamento de Paysandú y Río Negro, hay un déficit hídrico muy importante, “que ha determinado prácticamente que dos tercios de la primavera ya se perdiera”, subrayó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Marcelo Pereira Machín, coordinador del Proyecto Gestión del Pasto.
El profesional sanducero precisó que el invierno nivela la cantidad de forraje a su mínima expresión y “uno espera que la primavera recomponga el stock de forraje y eso en el Este de Paysandú, donde existen suelos superficiales, no se ha dado”.
El mapa publicado por el Instituto Plan Agropecuario sobre anomalías de producción, establece que “la zona roja se concentra en el Este de ambos departamentos, si se compara con el resto del país”.
Sostiene que la preocupación de los productores “se traduce en que mucha gente está tomando medidas, como es el ajuste de cargas, vender algunos refugos, ir adelantando los destetes, pensando en hacer algunos diagnósticos de actividad ovárica debido a que la condición de esos animales viene castigada desde el otoño”.
Pereira Machín indicó que dialogando con productores de departamentos como Artigas y Salto, le explicaron que “en donde hubo lluvias en algunas zonas también hay poco forraje, lo que sucede en gran parte del país”. Y recordó que “analizando 12 meses de las Carpetas Verdes, 11 meses creció por debajo de lo normal”.
“Si bien en el basalto creció muy bien en el verano, ahora comienza a castigar, en tanto en el resto del país sobre todo en el Este (cristalino) y también en el Noreste desde hace mucho tiempo que la situación es complicada”, estableció el técnico del Plan Agropecuario.
Analizó además que esta primavera extendida en las temperaturas, “contribuye a que la disminución de forraje no haya sido más grave de lo que está actualmente. Habitualmente la primavera en el norte es muy cortita, y las temperaturas de noviembre son elevadas, y eso no ha ocurrido”.
Ante la incertidumbre de como puede venir el verano en cuanto a las lluvias, la recomendación de Pereira es “prepararse”. Sostiene que el productor debe “esperar lo mejor pero prepararse para lo peor, tomando medidas que pueden evitar enormes problemas”. Puntualizó que en la primavera y verano “se genera el 60% del forraje de todo el año, y si nos llega a ir muy mal en estas dos estaciones eso condiciona el desempeño para el resto del año”.

EN AMÉRICA DEL SUR

Gran parte de América del Sur está sufriendo un grave déficit de precipitaciones. Según la información publicada por la NASA en su sitio web, las señales de la sequía comenzaron a aparecer en las observaciones de gravimetría satelital en el sudeste de Brasil a mediados de 2018, y se habían extendido a partes de Paraguay, Bolivia y el norte de Argentina para 2020.
Hasta el momento, la sequía actual es la segunda más intensa del continente desde 2002, sólo superada por la que ocurrió en 2015-2016 en el este de Brasil y Venezuela, sostiene el informe que reproduce Tardáguila Agromercados.
“Esta es la segunda sequía más intensa en América del Sur desde 2002”, dijo Matthew Rodell, hidrólogo del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. “El cálculo se basa en la extensión, la duración y el volumen de agua perdida durante la sequía, según lo medido por los satélites GRACE y GRACE-FO”.

La NASA también disponibilizó un mapa del 26 de octubre de 2020 que muestra el almacenamiento de agua subterránea poco profunda en América del Sur medido por los satélites Gravity Recovery and Climate Experiment Follow On (GRACE-FO).
El largo período de condiciones secas en el centro y sur de Sudamérica tuvo como consecuencia enormes áreas afectadas por incendios generalizados e inusualmente intensos. En general, los cultivos de maíz de invierno tuvieron bajos rendimientos y la llegada tardía de las lluvias primaverales retrasó las nuevas plantaciones de soja.
En varios ríos la falta de agua trajo consecuencias para el transporte marítimo y varios barcos terminaron encallados. El río Paraguay registró su nivel más bajo en medio siglo, el transporte de cargas se demoró o redujo a cargas más pequeñas, lo que provocó la pérdida de millones de dólares en comercio. Los expertos aseguran que si los niveles de agua continúan bajando, el envío al puerto podría detenerse.

SEQUÍA ANUNCIADA

Dado que los océanos desempeñan un papel importante en el almacenamiento y distribución del calor y la humedad en todo el mundo, los períodos prolongados de sequía o humedad a menudo van precedidos y acompañados de anomalías notables en las temperaturas de la superficie del mar.
Antes de la temporada de incendios, Yang Chen, de la Universidad de California en Irvine, pronosticó un clima seco y favorable al fuego en el sudeste del Amazonas, basándose en temperaturas inusualmente altas en el océano Atlántico tropical. Estos períodos de temperaturas cálidas del agua son parte de lo que los climatólogos llaman Oscilación Multidecadal Atlántica, y tienden a cambiar los patrones climáticos de una manera que empuja hacia el norte un cinturón de lluvia clave en los trópicos.