El próximo martes 8 de diciembre a las 10.30, el proyecto Ganadería y Clima presentará los datos obtenidos, la metodología utilizada y las causas identificadas por el equipo técnico, de manera virtual a través del canal de YouTube del MGAP. Durante los últimos 8 meses, el equipo ha concretado el proceso de caracterización y diagnóstico de los 63 establecimientos participantes, relevando datos económicos, productivos, sociales y ambientales de los últimos tres ejercicios.
En abril de este año, comenzó el proceso de caracterización y diagnóstico de los 63 predios seleccionados en las cuatro zonas del proyecto.
Aplicando las medidas de protección y prevención que se recopilaron en una guía específica del proyecto, avalada por la OMS, el equipo de extensionistas centró su trabajo en la reconstrucción de los últimos tres ejercicios, finalizando de esta manera la primera de las etapas que requiere el enfoque de coinnovación que aplica el proyecto.
En este momento se está en condiciones de presentar, además de la metodología elegida para la obtención de datos, los datos y las causas de los problemas identificados.
PRÁCTICAS DE GANADERÍA CLIMÁTICAMENTE INTELIGENTE (GCI)
El proyecto pretende implementar prácticas de GCI que apuntan a mejorar la producción, los ingresos de las familias productoras y al mismo tiempo disminuir la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentar la resiliencia frente a eventos climáticos extremos y restaurar los servicios ecosistémicos del campo natural.
La gestión de sistemas ganaderos criadores basados en campo natural y los mecanismos de control de los procesos biológicos involucrados, son de alta complejidad, lo que limita la adopción de prácticas de GCI por parte de la mayoría de los productores. Para subsanar esta limitante, el proyecto adopta como estrategia de trabajo en los predios el enfoque de “coinnovación”.
El proceso de coinnovación promueve procesos de aprendizaje en todos los participantes, buscando la construcción colectiva de trayectorias de cambio y adaptando las propuestas a la realidad concreta de cada explotación.
CARACTERIZACIÓN Y DIAGNÓSTICO
La caracterización y diagnóstico es la primera etapa del proceso de coinnovación. Durante esta etapa se busca generar confianza, entender cómo es la estructura y funcionamiento del establecimiento y explicar los resultados obtenidos. También se pretende entender las finalidades de los productores y sus estrategias, para luego traducirlos en objetivos y metas concretas.
En este proceso se cuantifican indicadores en las tres dimensiones de sostenibilidad (económica, ambiental y social).
Para realizar el diagnóstico, el equipo de extensionistas visitó cada establecimiento, con una frecuencia mensual. En estas primeras visitas se relevó información tal como historia de la familia, el uso del suelo actual y en los tres años anteriores; también se reconstruyó el stock y la carga que tuvo el establecimiento (con apoyo de las declaraciones juradas), las ventas realizadas y las compras en los últimos tres años. La Ing. Agr. Victoria Gestido, quien es el agente de apoyo en territorio del equipo extensionista en la zona noreste y Este, explicó que “se busca acceder a todos los números para calcular desde los indicadores productivos hasta los indicadores económicos, para tener una idea muy fina de la situación de partida. Esto permite medir el impacto del proyecto”.
Este diagnóstico buscó entender cómo se llegó a la situación en la que se encuentra el predio; por este motivo es que se releva información de años anteriores. La primera visita es profunda y distendida, de varias horas donde se pretende conocer la idiosincrasia de cada familia productora, se busca empatizar y reconocer las individualidades de cada establecimiento, indagando en cómo se trabaja, por qué se toman ciertas decisiones. Además, se relevaron datos generales de la situación actual, como el área total, potreros, cantidad de animales por potrero, cuál es el enfoque productivo, si hace ciclo completo o cría, cuándo se vende, cuándo se compra. Para Gestido, en esta etapa “es necesario que el productor o la productora interiorice lo que el proyecto va a generar en su predio; es muy importante que el equipo técnico-productor tenga claro de dónde partimos, porque este proyecto pretende que los productores aprendan a manejar un conjunto de tecnologías, entendiendo cómo estas se combinan y aplican en diferentes escenarios climáticos y económicos. Si las personas no están completamente convencidas, esto no se puede hacer”. El proyecto Ganadería y Clima busca el aprendizaje social a través del intercambio del conocimiento de los productores, técnicos extensionistas e investigadores.
Luego de cada charla y relevamiento de datos, se realiza la recorrida en el predio. En estas instancias se georeferenció el predio, se realizó el croquis y se midió oferta en cada potrero (cantidad de pasto en relación de la cantidad de kilogramos de peso vivo).
La productora Judith Insúa de Durazno explicó que en la primera visita, la técnica ingeniera agrónoma Carolina Gari validó la información que le habían enviado previamente, recorriendo todo el predio “nos preguntó todo, qué había plantado y cuánto tiempo tenían las praderas, cuándo se entora, cuándo se desteta, cuáles estaban preñadas, nos preguntó si habíamos participado en otros proyectos ganaderos”.
En paralelo a las visitas, hay un acompañamiento técnico al equipo de extensionistas de parte del equipo de apoyo territorial, los docentes de Facultad de Agronomía (que lideran el proceso en territorio) y el equipo de FAO-MGAP (que coordina la totalidad del proyecto), lo que genera una interacción que permite una construcción conjunta de los diagnósticos. → Leer más