Crearon en Paysandú una trampa para verificar la presencia del flebótomo de la leishmaniasis

Este es la trampa construida en Paysandú para capturar el flebótomo transmisor de la Leishmaniasis.

Los integrantes de la Cooperativa Social Coseden (Cooperativa Social de Encuestadores del Dengue), que trabaja desde hace años con la Dirección Departamental de salud en el control del vector del Dengue y ahora también del flebótomo (jején) transmisor de la Leishmaniasis, creó una trampa para verificar y controlar la presencia de este insecto en Paysandú, que ya está en Chapicuy y otras zonas. Asimismo, son quienes controlan las ovitrampas para saber más sobre la presencia del Aedes Aegypti, transmisor del Dengue.
El director departamental de Salud, Carlos Leoni, junto a la responsable de epidemiología, Nataly Rodríguez, presentaron a dos de los integrantes de la cooperativa, Sebastián Fagúndez y Ruben Darío Bravo, quienes mostraron las trampas que se utilizan en la ciudad capital y otras localidades del departamento, donde son trasladados en el vehículo oficial por el funcionario Gabriel Meireles.
“La vigilancia de los vectores es permanente, durante todo el año”, aseguró Leoni, destacando que es una campaña que se sigue desde 1997, “con todas las directivas políticas, y el país sabe adonde va y como vigilar”. Recordó que la Leishmaniasis está presente “desde el año 2010, cuando ingresó desde Brasil por la frontera Norte llegando el año pasado hasta Paysandú, donde apareció un caso propio en Chapicuy de Leishmaniasis canina, ya que en Paysandú no tenemos humana, como sí se dio en Salto”.

Trampa construida en Paysandú

Sobre el control de los vectores que dsesarrolla la cooperativa, Fagúndez y Bravo explicaron que “la trampa para detectar el flebótomo de la Leishmaniasis es sencilla, tiene una luz led para atraer todos los insectos, y abajo tiene un ventilador de computadora que tira los insectos hacia una media cancán” que está por debajo. “Va conectado a una batería de 12 voltios, que enciende el equipo. Se colocan en lugares estratégicos que forman el ecosistema donde se podría encontrar el flebótomo”.
Explicó que “esta trampa la diseñamos nosotros basándonos en un modelo argentino. Compramos el material, lo fabricamos y lo colocamos, y se necesitan muchas unidades para hacer un trampeo más grande”. Bravo detalló que “se fabricaron 60 trampas, y la mitad fueron para Tacuarembó”.
También describieron las ovitrampas para encontrar huevos de Aedes Aegypti, “que consiste en un recipiente que lleva agua, con una cinta adentro donde la mosquita pone los huevos. Eso queda una semana capturando huevos en 156 casas de Paysandú, se retira la cinta, se pone una nueva y con la que se sacó se hace el conteo de los huevos –que tienen una forma similar al arroz– con una lupa especial. Los datos van a una planilla donde estadísticamente se ve si aumenta o disminuye”. Dijo que “llevamos un año y unos meses de captura, la idea es llegar a los dos años para tener una estadística base y en una futura campaña ver en que zonas aumentó mas y donde amerita un descacharre más urgente”.
Se destacó que como son enfermedades de transmisión por estos dos vectores, lo más importante es la limpieza, el orden y no dejar recipientes con agua en los alrededores del domicilio, eso evita cualquiera de estos dos vectores. El de la Leishmaniasis pone sus huevos en lugares de tierra húmeda, de materia orgánica y sombreados, y en el caso del mosquito transmisor del dengue, lo importante es evitar los recipientes con agua, que son los criaderos donde pone sus huevos.
En todos los casos, se recomienda el uso de repelentes e inclusive dormir debajo de un tul mosquitero.