Demostración de uso y donación de salvavidas portátil en el balneario

La tecnología llegó a las playas sanduceras. Y lo hace para acometer una tarea fundamental. Ayer se presentó el salvavidas portátil OneUp, un implemento práctico y fácil de manipular que tuvo sus inicios en 2015 en las Islas Canarias, España, con la idea de ayudar a los voluntarios de la Cruz Roja. A Uruguay arriba de la mano de Segacuy, y Paysandú es la segunda ciudad en América Latina –después de Maldonado– que incorpora este flotador inteligente.
En un evento desarrollado en el Balneario Municipal, con la presencia del intendente Nicolás Olivera, del director de Turismo, José Manuel Galván, de guardavidas y de miembros de Prefectura, responsables de Segacuy realizaron la explicación sobre OneUp e hicieron entrega de la donación de dos dispositivos normales y uno Pro.
¿Qué es OneUp? “Es un dispositivo de flotabilidad, el cual se activa automáticamente en tres segundos al entrar en contacto con el agua, pesa 370 gramos y tiene el tamaño de una botella de agua de medio litro”, comenzó a explicar Nicolás Grosso, de Segacuy.
Una de sus principales ventajas es que no necesita de activación manual y simplemente se arroja hacia donde está la víctima en situación de riesgo: al golpear en el agua, el OneUp se infla de forma automática. Con el lanzamiento se puede llegar a una distancia de entre 30 a 40 metros aproximadamente. “Esto ha sido testeado por la Cruz Roja española, que es una de las entidades que lo utiliza”, remarcó Grosso.
Para la activación, el aparato viene con una pastilla de sal que, cuando entra en contacto con el agua, se desintegra activando un pequeño resorte que pincha una botella de CO2 para así inflar el aro. “La forma del aro es de herradura, para que la colocación sea mucho más fácil e intuitivo para la persona en situación de ahogamiento, en la que uno pierde facultades y entra en pánico; poniéndoselo por delante ya encuentra la flotabilidad. Es una de las diferencias fundamentales con el aro salvavidas tradicional, en la que uno tiene que sumergirse para colocárselo”, comentó el representante de Segacuy. OneUp puede aguantar hasta 130 kilos.
A su vez es 100% reutilizable: se puede desinflar con una válvula y con un kit de rearme se cambia la botella de CO2 y la pastilla de sal. Se vuelve a colocar otra vez en la funda y queda listo para otra vez. “Además, viene con una funda impermeable, que permite hacer rescates múltiples, ingresando al agua con varias unidades enganchadas”.
A su vez, el OneUp Pro es más grande y a diferencia del normal presenta un anclaje “súper resistente y con un cabo de 20 metros, que se engancha y que permite traer a la persona que está en el agua”. También tiene la posibilidad de ser inflado de forma manual.
Un OneUp común cuesta 140 dólares más IVA, en tanto la versión Pro asciende a 200 dólares más IVA. Y el kit de repuesto, que incluye el aire comprimido y la sal, sale 1.000 pesos.
Grosso comentó que tienen a disponibilidad el tótem, una columna de funcionamiento autónoma. “Puede albergar hasta tres unidades de OneUp. Tiene un panel solar en la parte superior, lo que permite autoabastecerse, y cuenta con la funcionalidad de que cualquier persona puede ser rescatador: rompe el vidrio con un martillo, saca el OneUp y lo lanza hacia la víctima. De inmediato, se activa una alarma sonora y lumínica; además tiene una cámara, y se realiza una llamada directa al número de emergencia que previamente se le configura”. Esto, por el momento, no ha llegado a Paysandú.
Por último, hubo una demostración en la playa por los guardavidas: todo salió como se preveía, lo que fue retribuido con aplausos por el público.