Si bien el Aeroclub Paysandú tradicionalmente ha brindado la posibilidad de volar por primera vez, en los llamados “vuelos de bautismo”, este año va mas allá, y encaró una iniciativa diferente, que es vuelos de 30 y 60 minutos sobre la ciudad, pero también sobrevolando el río Queguay, el Uruguay y el arroyo Negro.
“Nuestra propuesta siempre fue el vuelo ‘bautismo’, de 15 minutos alrededor de la ciudad, que era suficiente para vivir la experiencia de volar”, explicó a EL TELEGRAFO Álvaro Menoni, secretario del Aeroclub Paysandú. No obstante esa propuesta, “hace un tiempito empezamos a ver que toda la zona de la desembocadura del Queguay y el arroyo Negro, y la parte más rural del departamento despertaba mucho interés, y decidimos agregar esa ruta”.
Recordó que “hicimos varios vuelos entre los socios para ver cuáles eran las zonas más pintorescas, nos informamos sobre la importancia de los distintos ecosistemas que tiene el río Queguay, y armamos estos vuelos donde se puede ver toda esa diversidad”.
Conociendo el río Queguay
Menoni detalló que “empezamos a volar de la ruta 3 al Este, donde el Queguay tiene un cauce muy chiquito pero con extensiones muy grandes de monte nativo, de varios kilómetros hacia los costados, que es muy tupido, bastante inaccesible a pie, con mucha diversidad de fauna y flora. Y eso va cambiando rotundamente desde la ruta 3 al Oeste, donde pasa a ser un río mucho más ancho, con importantes barrancos y donde se mezcla mucho más la agricultura, la forestación, plantaciones de naranjas y muchas casas”.
Explicó que “al llegar a la desembocadura del río Queguay, donde se bifurca, hay una serie de esteros y bañados que terminan en los arenales del Varillal, en un área protegida por la presencia de los pájaros rayadores. Todo eso desde el aire se puede apreciar de forma totalmente distinta”, afirmó. La ruta prevista incluye “pasar sobre la costa, ver Colón, el arroyo San Francisco, la Autobalsa, el puente, la isla Caridad con el lago que tiene en el medio, y vamos hasta Casa Blanca. Es muy pintoresco”, afirmó el entrevistado.
Difundir la aviación y conocer más
Es que “nuestra misión desde el Aeroclub es difundir la aviación en el departamento, quisimos combinar eso, el vuelo con la apreciación de la naturaleza desde otra vista”, y aclaró que “no fue simplemente la idea de salir a dar una vuelta por el río, sino que estudiamos y aprendimos para poder contarle a la gente lo que se ve, destacar qué es lo más lindo de ver, como las cascadas del Queguay desde arriba, las islas y sus arenales”.
Lo ideal, según Menoni, es llamar antes, “coordinamos el día y la hora, nosotros podemos volar de sol a sol a cualquier hora del día. Lo mejor es esperarlos con el avión pronto, ya que se debe cargar combustible, hacer chequeos y pasar el plan de vuelos. Cuando los pasajeros llegan, ya tenemos todo listo para salir”.
Aeronaves hasta tres pasajeros
Hay dos aviones para disfrutar el vuelo, uno con capacidad para el piloto y tres pasajeros, y otro con dos plazas, por si vuela una sola persona que incluso pueda querer ver otros lugares. El costo para el vuelo de una hora en el avión grande es de $6.500, hay otro recorrido de 30 minutos que vale la mitad, $3.250, y el tradicional vuelo de bautismo de 15 minutos, que cuesta $1.800.
En el avión chico, con un solo pasajero, los costos son más bajos porque el aparato consume menos combustible. “La aviación nunca fue económica, y por eso ofrecemos diferentes tipo de vuelos, para que quien tenga ganas de volar lo pueda hacer. Lo hacemos porque eso nos acerca a la sociedad, y también difundimos nuestro curso de pilotos, que es otra de las actividades del Aeroclub, donde tenemos un avión escuela destinado específicamente, y tenemos otro que compramos hace muy poquito, lo importamos de Brasil, se están haciendo los papeles para nacionalizarlo y ya lo vamos a tener operando en la escuela del Aeroclub en un par de meses, por lo que vamos a tener dos aeronaves”.