Primer día del año. La gente fue volcándose poco a poco, temprano en la mañana, a la costa. Y la sorpresa, al pasar por el Complejo Irene Sosa, fue encontrarse con las piscinas vacías.
¿Cuál fue el motivo por el que se decidió vaciar no solo las piscinas del Irene Sosa sino también la del Complejo Juan Camandulli? Evitar accidentes. Es que en Navidad, varias personas terminaron en la piscina a lo largo de la madrugada, utilizando las instalaciones de los complejos como si se estuviera en el patio de su casa.
“En Navidad se metió gente, ensuciaron… Así que antes de que ocurriera algún accidente decidimos vaciar las piscinas y aprovechar para limpiar”, dijo Bruno Zanetti, responsable del Área de Deporte Comunitario y de deportes acuáticos de la Dirección de Deportes de la Intendencia.
Anoche comenzó el llenado de la piscina del complejo deportivo costero, y se espera que hoy quede lista, en tanto la del Camandulli estará llena con seguridad el domingo, dado que demora más colmar su capacidad.
“El domingo ya podrían llevarse a cabo las recreativas”, explicó Zanetti.
Vale recordar que el lunes pasado se retomaron las inscripciones para disfrutar de la temporada de piscinas municipales en nuestra ciudad, aunque con cupos limitados teniendo en cuenta las restricciones del protocolo sanitario.
Los cupos para el Irene Sosa eran aproximadamente 70, número muy inferior al disponible para el Camandulli, que rondaba la posibilidad de sumar a unos 120 usuarios.