Entre las restricciones y la expectativa

Comenzó el nuevo año y se va transitando el segundo mes, en medio de la pandemia de coronavirus. Los gimnasios, que han atravesado serios inconvenientes debido a las restricciones, siguen trabajando con un 30 por ciento de aforo, aunque cruzando los dedos para que la vacuna pueda brindar la posibilidad, en los próximos meses, de volver a una relativa normalidad.
“Por suerte se puede trabajar al menos con un aforo del 30 por ciento, pero hay gimnasios que han cerrado, sobre todo en Montevideo y el Este, por la cantidad de casos positivos. Acá no ha sucedido”, dijo al ser consultado sobre la realidad del sector Gonzalo Sueldo, integrante de la Cámara Uruguaya de Gimnasios y Afines.
Sueldo reconoció que “esto de tener un aforo complica, pero al menos nos permite trabajar, y si todo marcha bien, si se comienza a vacunar creo que nos permitirá levantar cabeza”. Esa es la expectativa “para marzo y abril, para que con la vacuna ya no se mantenga esta restricción”.
Una de las preocupaciones por estos días pasa por el hecho de que, si bien los gimnasios pueden estar abiertos, pasa por “el traslado económico que se tiene que hacer a la cuota de los socios, porque hay gente que no aumentó desde el año pasado o antes por la situación, pero hoy te encontrás con este 30 por ciento temporal, con mayores costos y menos gente por hora, clase o sala”.
Sueldo dijo que las posibilidades de ayuda del gobierno quedaron en punto muerto, aunque “se adaptaron los créditos de Turismo para gimnasios y están disponibles”, lo que permitió “salvar a muchos”. Explicó que “en Paysandú no conozco un gimnasio que lo haya tomado ahora, pero otros lo habían sacado el año pasado”.
Mientras tanto, “se siguen viendo algunas clases al aire libre, en los patios de los gimnasios”, con la intención de cumplir con los requisitos y protocolos.
La buena noticia, dentro de todo, es que mucha gente no ha salido de vacaciones por la pandemia. “Esto llevó a que aumentara la demanda de gente en los gimnasios, por lo que hay más gente en horarios en los que antes no iba nadie. Esto es lo que nos ha mantenido en un equilibrio, sin cerrar las puertas”, aunque se está lejos de alcanzar una situación óptima”, reconoció Sueldo.