El 3 de mayo se fue Luis Thomasset por la COVID-19, fue un productor rural muy vinculado y participativo en la vida gremial de la época de los 90. Viajaba a Montevideo semanalmente por su participación gremial y sus viáticos eran un refuerzo de mortadela o salame.
De mi parte, nunca estuve de acuerdo con él, porque no solo era su sacrificio, sino el de su señora y el de su hija, que quedaban renegando con el tambo. La verdad, se mató por la lucha gremial, como en algún lado dijeron, “Defendiendo a todos los productores desde el más chico hasta el más grande”.
Sin embargo, me parece que poco se habla de cómo fueron sus últimos días en la gremial, ya siendo mayor, trabajando en el galpón, cargando bolsas para esos mismos productores que alguna vez defendió (tómenlo como una penitencia o un favor).
Esto fue hasta que con mucho sacrificio se logró obtener la famosa Dodge de Thomasset, yo creo que esta fue su etapa más feliz laboralmente y hasta pudo aprovechar para hacer algún viajecito con su vieja. Luego, lamentablemente, enviudó y la verdad es que muy pocos se acordaron de él.
Por esto es que me resulta algo chocante cuando se expresan en los saludos de su fallecimiento con un homenaje. Desde mi punto de vista, lo correcto hubiera sido hacer llegar esas palabras, en alguno de sus momentos de soledad, en sus últimos años. Después de fallecido, son solo palabras para la tribuna y para apaciguar las conciencias. Q.E.P.D Luis Thomasset. Francisco Thomasset
