Un Solo Uruguay presentó estrategia para la tenencia responsable de perros en Uruguay

En el marco de evitar las situaciones en términos de seguridad ciudadana e impacto económico que actualmente existen por el descontrol que hay a nivel país de los perros, el movimiento Un Solo Uruguay (USU), entiende que es necesario establecer que hay una “población problema severa” en cada ambiente, que requiere acciones contundentes y urgentes a fin de erradicar las problemáticas que ocasionan.

A través de un documento en donde presentan la estrategia para la tenencia responsable de perros, sostienen que “tienen un gran componente de prevención en lo que hace a las enfermedades que esta especie puede transmitir al humano, muchas de ellas combatidas eficientemente durante décadas”.
“Los perros son rehenes de esta situación, no son los culpables de lo que está pasando pero debemos además velar por el bienestar de los demás animales y prevenir problemas sanitarios producto de las zoonosis”, explican.

Como sociedad “tenemos que tener la madurez, la seriedad, la responsabilidad y la decisión de encarar este tema que, de no hacerlo, se va a seguir agravando en varios aspectos ya mencionados”, puntualiza el movimiento.

USU establece que el incremento de la población canina, junto a la no existencia de políticas activas para la tenencia responsable, “trajo aparejados diversos problemas, ya sea en la seguridad pública, por el ataque de perros a las personas y frecuentes accidentes de tránsito en las ciudades, en caminos y en rutas nacionales; riesgos sanitarios, por el aumento de posibilidades que circulen enfermedades entre la población; y pérdidas económicas, por el ataque a ovejas, vacunos y otros animales, por perros que se encuentran en las zonas rurales o suburbanas, a lo que le sumamos la falta de higiene urbana, por las materias fecales en la vía pública y basura dispersada de sus depósitos”.

En el informe indican que “el Estado debe asumir su responsabilidad y hacer asumir la que nos corresponde a los humanos”.

Caracterización

Claramente se pueden identificar tantas poblaciones de perros con diferentes características de comportamiento como combinaciones de tenencia y ambiente sean posibles: los perros con dueño y bajo control; la población de perros sueltos con y sin dueño, en lo urbano y la población de perros sueltos con y sin dueño, en lo rural.

A su vez, estas poblaciones difieren en varias de sus características y en los perjuicios que pueden ocasionar según su hábitab. “Lograr entender que estas poblaciones son diferentes, permitirá definir estrategias focalizadas para resolver la problemática de cada una”, detalla el comunicado. “Entendiendo que el objetivo a nivel país es el de no tener más perros sueltos, menos aún sin dueño y que los animales tengan una situación de bienestar animal acorde, se proponen medidas diferenciadas para cada grupo”, explica USU.

Medidas a adoptar

Respecto a la población de perros con dueño y bajo control, expresa el informe que “es sobre este segmento de la población que más se ha trabajado, intentando aplicar reglamentaciones que a nuestro entender no tuvieron éxito por la falta de medidas sobre los otros grupos poblacionales, haciendo que los dueños no identifiquen la importancia del registro, ya que la inmensa mayoría de animales no son captados en estas medidas por ser callejeros”.
Agregan que “este hecho desalienta al tenedor responsable a tomar las medidas sugeridas por la autoridad. Hoy se toma como paradigma de la tenencia responsable a Holanda, pero no se toma en cuenta el camino que este país recorrió para llegar a obtener la situación que hoy tiene”.
Como medidas, sostiene “profundizar en la identificación de cada animal con dueño, a través del chip. Prohibir que los perros puedan andar en la vía pública sin una persona que los esté vigilando y conduciendo con su correspondiente collar y correa, evitando de esta forma que la gente se desentienda de su mascota, soltándolos en la vía pública sin supervisión durante horas”.

Enfatizan en que en el largo plazo, “se debe apuntar a que cada persona o familia que quiera tener un perro, deba tomar cursos de tenencia responsable”.
“Sobre la población de perros sueltos en lo urbano y suburbano (con o sin dueño), aquí se identifica la mayor problemática debido a los ataques sufridos por la gente, sea a pie, en bicicleta o moto; los accidentes de tránsito, en calles, caminos y hasta en rutas nacionales; las molestias que generan en centros y alrededores de centros urbanos, con los problemas que ocasionan de heces en la vía pública, basura y ruidos molestos”, acota el texto.
“Acá la campaña de castración tiene muy poco impacto, los propietarios de los perros sueltos claramente no son gente proclive a una tenencia responsable, y a los sin dueño muchas veces alimentados por algún vecino piadoso o que viven de la basura, nadie los va a llevar; entonces esta campaña de castración tiene problemas de diseño, y a la mayoría de los perros de esta población los hacen castrar las protectoras de animales y estimamos que es un número muy reducido”, dice el informe de USU.

Las perreras

Para USU se debe volver a abrir las perreras municipales o refugios. “Es sin duda la gran alternativa que se tiene para empezar a lograr resultados en el corto plazo, estos serán gestionados por las Intendencias con la supervisión del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA)”, continúa el texto.
Acotan que “estas infraestructuras las deberán proveer las Intendencias; la captura de los animales la realizarán las Intendencias, también bajo supervisión del INBA; creemos que con un equipo de captura por departamento es suficiente, no solo levantará los perros sueltos, sino que a medida que pase el tiempo va sensibilizando y obligando a los tenedores de perros a ser cuidadosos con los mismos”.

Y aclaran que “no hay forma de solucionar el problema si no se sacan a los perros de la vía pública. Todo animal suelto, deberá ser llevado a las perreras. Instaurar un sistema de multas a los infractores según la gravedad de la falta, para aquellos animales que estaban sueltos y tienen un chip que lo vincula a un dueño”.

“Se debe asumir que con la castración propuesta no será posible solucionar los problemas en las ciudades y pueblos si primero no se saca a los animales de la calle para así llegar a una población controlada”, advierte el comunicado. S

obre el manejo de la perrera “deberá ser acordado entre los dos gestores ya mencionados (Intendencias e INBA), pudiendo seguir luego la estrategia que consideren adecuada, pero jamás volver a soltar los perros a la vía pública”.

Perros de los refugios

Un Solo Uruguay sugiere como modelo innovador, en una segunda etapa definir “¿qué hacer con la población de perros de los refugios?; a través de plebiscitos locales no obligatorios, donde sea en definitiva la propia gente que elija que hacer con esta población de animales en el corto plazo; aunque nosotros pensamos que es inevitable la eliminación de gran parte, aspecto que manejamos con un profundo respeto hacia el animal, que debe hacerse bajo la más estricta supervisión veterinaria que asegure que, bajo un plano de sedación profunda se garantice el no sufrimiento”, puntualiza USU.

En el medio rural

Sobre la población de perros sueltos en el medio rural (con o sin dueño), indican que “este grupo de perros tiene una característica completamente diferente a las anteriores, sobre todo por el ambiente en que se mueven; en algunos casos son animales no acostumbrados al contacto con humanos, en otros provienen de algún establecimiento rural, también de cazadores e incluso de centros poblados, llegan a desplazarse grandes distancias y favorecidos por el entorno son muy difíciles de atrapar”.

“Atacan a animales de producción, causan daños económicos y emocionales a familias que ven desbaratadas sus ilusiones, causando una gran sensación de impotencia mientras su sustento económico es atacado poniendo en jaque, como ya es sabido, sistemas productivos enteros por el daño que causan al morder y matar ovinos, vacunos e incluso caballos”, enumera el informe.

“Al tiempo de adoptarse medidas similares a lo anteriormente citado, se deberá implementar la utilización de jaulas trampa, para poder dar captura y monitorear perros en estado salvaje”, expresa el texto.

“Para las situaciones de animales sueltos sin dueño o con dueño sin identificación (chip) estos deberán ir a las perreras mencionadas anteriormente. En las zonas donde se identifiquen problemas de daños a majadas, rodeos u otros animales, se generarán grupos de trabajo entre INBA, Policía, Ejército y los productores afectados, a los efectos de solucionar la situación planteada”, cierra el comunicado.