¿Tabárez tiene que irse? Sí: Tabárez tiene que irse

Oscar Tabárez es cuestionado por los hinchas, no por la AUF.

Desde que Oscar Tabárez inició su segundo ciclo al frente de la selección uruguaya de fútbol en 2006, luego de aquella experiencia que lo llevó al Mundial 1990, el combinado nacional ha tenido un antes y un después, desde varios puntos de vista.

El primero, organizativo. Y aquí el tema puede desdoblarse en dos. Es que si bien el mérito del DT fue ordenar la casa y establecer un plan de trabajo no solo para el combinado principal sino para todas las selecciones, también lo es el hecho de que los dirigentes de turno comulgaron con la idea y decidieron mantenerla más allá de los resultados.

Así fue como Uruguay tuvo sus altos y bajos en cuanto a resultados, pero manteniendo siempre una forma de trabajo. La tarea del dirigente, siempre criticado, en este caso fue clave. Y si se critica o alaba la tarea del entrenador, hay que resaltar para bien o para mal la tarea del dirigente.
Porque hay una realidad: Tabárez no inventó la pólvora. Pero encontró apoyo en cuanto a la forma de usarla. Porque hay que tener memoria: era facilísimo rajar a Tabárez tras la Copa América 2007.

¿Los resultados? Uruguay bien visto en el concierto internacional, bien parado en el ranking mensual de FIFA desde hace años, un cuarto puesto en el Mundial 2010 y una Copa América en el bolsillo. Un título en demasiados años. Y un técnico que se mantiene pese a los resultados, aferrado a aquello de que “el camino es la recompensa”.
Tras el Mundial 2018 Uruguay debió quizás cambiar de rumbo. No alejando a Tabárez sino, por el contrario, proponiendo que liderara de afuera el trabajo de todas las selecciones. Sobre todo pensando en el recambio lógico que cualquier proceso natural, no forzado, trae aparejado. Pero se apostó a la continuidad pese a todo. ¿Ha sido un éxito el pasaje de Tabárez por la selección en este segundo período? Depende del cristal con el que se mire. Si es por el orden y la profesionalización de la selección, sin dudas. Y tiene cómplices importantes.
Si es por los resultados no lo ha sido, sobre todo teniendo en cuenta que parece haberse desperdiciado a una generación de futbolistas que en su esplendor, cuando en el baile se tenía la mejor ropa, tuvo todo para hacer historia.
Los últimos partidos de eliminatorias pusieron en tela de juicio la continuidad del entrenador. Y ni hablar tras la eliminación de la Copa América, que significó que por cuarta vez consecutiva la Celeste ni figure en las semifinales.
¿Tabárez debe irse? Debe hacerlo y lo hará, pero una vez finalizada las eliminatorias en caso de que Uruguay no clasifique al Mundial, o tras su participación en Catar 2022.
Hoy, pensar en el inmediato alejamiento de Tabárez sería una locura. Porque se lo eligió para continuar el ciclo con sus jugadores, y a mitad de camino hay que respaldar la idea elegida.
Como dijo el DT, para muchos es el último baile. La lástima es que se salga a la pista sin las mejores galas y con las grandes estrellas sin poder brillar como antes. STB