Despedida con alegría del tiempo compartido

Al culminar el mes de julio, los seis grupos de cuatro y cinco años del Jardín 91 que funcionaban desde el 10 de mayo en el aulario de la sede universitaria local prepararon el retorno a su propio edificio. La experiencia permitió dar cumplimiento a los protocolos sanitarios por COVID-19, habilitando la presencialidad todos los días y a turno completo a 180 niños del centro de educación inicial, y profundizar los lazos de conocimiento y cooperación entre instituciones de enseñanza pública. En los últimos días compartidos, el director de la sede universitaria de Paysandú, Liber Acosta entregó materiales confeccionados por la unidad de comunicación de la sede como obsequio y testimonio del tiempo compartido. Los niños recibieron láminas con ilustraciones originales de Natalie Dantaz, para colorear y registrar las vivencias en aulas y patios; cada grupo recibió un marco con una de las ilustraciones coloreada para llevar al Jardín y tener presente en el aula el resto del año.

Además llevaron información sobre la oferta académica para compartir con la familia. Las puertas quedan abiertas y los niños y sus maestras también prepararon presentes que entregaron al director en reconocimiento por la hospitalidad brindada.

La experiencia “fue más que pertinente”, expresó Liber Acosta. “La situación sanitaria impuso desafíos que son compartidos y nos alegra mucho haber contribuido con el retorno a la presencialidad de la educación inicial. Asimismo resaltó, y así lo transmitió en el intercambio con los propios niños, el anhelo de verlos retornar en algún tiempo como estudiantes terciarios, con proyectos educativos y motivados a seguir aprendiendo.