El domingo se cerrará esta edición especial de los Juegos Olímpicos en Tokio. A las 10.30 de nuestro país se desarrollará la ceremonia de clausura, y en el estadio olímpico solo habrá una deportistas celeste: María Pía Fernández.
La atleta fue designada por el Comité Olímpico Uruguayo para ser la abanderada en la ceremonia, luego de que compitiera lesionada en la prueba de los 1.500 metros.
La trinitaria sufrió una distensión de nueve milímetros con edema en el gemelo externo de su pierna derecha, lo que la alejaba definitivamente de la pista.
Pero Fernández anunció que, pese a tener en claro que no iba a poder pelear por una buena posición, igualmente sería de la partida. Así, salió a correr con un vendaje y claramente disminuida físicamente, y terminó 43ª en la general, tras el abandono de dos atletas a lo largo de las series clasificatorias.
Así, el Comité Olímpico Uruguayo la designó como abanderada celeste en la ceremonia de clausura, en la que será la única deportista de Uruguay dado que el resto de los participantes de la delegación fueron retornando a nuestro país tras cumplir 48 horas posteriores a su participación en los Juegos.
Mientras los Juegos siguen disputando sus instancias decisivas en diferentes disciplinas, Uruguay se quedó sin representantes.
Tuvo en el remo lo más destacado, con la clasificación a la final del Doble Par Ligero por parte de Felipe Klüver y Bruno Cetraro, y la posterior obtención del sexto lugar. Los remeros llegaron a nuestro país y dejaron en claro que la gran apuesta pasa por ser de la partida en los Juegos de París en 2024. “Estamos muy felices por lo logrado, pero ahora iremos por más porque estamos muy motivados para poder buscar la clasificación a París 2024”, aseguró Cetraro a El País, mientras Klüver confirmó que “ese es nuestro objetivo a partir de este momento”.
Klüver se trasladó luego a Mercedes, donde fue recibido por una caravana que lideró un tractor, que llevó al remero mientras era saludado por los mercedarios.