Ráfagas de vientos huracanados golpearon fuerte la ciudad y el interior departamental

La tormenta de viento y lluvia que azotó al departamento desde la medianoche del sábado causó importantes destrozos y pérdidas en casas de familia construidas con material liviano o ubicadas en descampados donde el embate se sintió más fuerte, además de cientos de viviendas anegadas, lo que demandó una incesante tarea de Bomberos, Policía, personal de Batallón y de la Intendencia.

En cuanto a la intensidad del viento, la Estación Inumet de Paysandú registró una máxima de 73,4 km/h a las 6.30 de ayer; en tanto, la estación Meteosur de EL TELEGRAFO –en Dr. Roldán y Purificación– registró un evento de intensidad a la hora 6: una ráfaga que alcanzó los 106 km/h, proveniente del norte, con características de vientos huracanados.

A lo informado por EL TELEGRAFO en la edición del domingo, donde los daños eran principalmente en la zona de la Autobalsa con su Avenida de Los Eucaliptos –obstruida por la caída de añosos árboles– y la voladura de techos en la localidad de Piedras Coloradas, con pérdida de suministro de energía eléctrica y agua, se sumaron otros en Porvenir, en un tendido extenso de la diagonal San Félix, en la zona de Park Way, así como cerca del arroyo San Francisco y Constancia, donde algunas chacras fueron afectadas hasta con la muerte de animales.

De acuerdo a la consulta geográfica de UTE, anoche a las 23 horas había 1.945 clientes afectados en Paysandú (4,03% del total de clientes) y 29 incidencias identificadas en la zona. En su cuenta de Twitter, UTE recordó que es importante mantener las precauciones en caso de encontrar cables caídos en vía pública o en viviendas. Lo mejor es no acercarse a ellos y comunicarse inmediatamente al teléfono 0800 1930 o *1930 desde un celular.

En tanto, OSE informó que se están viendo afectados los servicios en Queguayar, Lorenzo Geyres, Chapicuy, Orgoroso, Pandule, Gallinal, Cerro Chato, Federación, Ceballos, La Cuchilla, Cañada Milán, Pueblo Solo y Buricayupí, sujetos a la restitución del sistema eléctrico. Personal del organismo trabaja para restablecer las condiciones normales del servicio. De registrarse algún otro inconveniente, se solicita requerir asistencia a través del Centro de Atención Telefónica 0800 1871 o *1871 gratis desde móviles.

De acuerdo a la Estación Inumet Paysandú, a las 14 horas de ayer se habían registrado 100,4 mm de agua caída por lluvia.

Perder todo o casi

Una simple recorrida por la cuidad permitió constatar la cantidad de ramas caídas como consecuencia del viento. Pero eso solo era el comienzo, ya que al arribar a puntos estratégicos se pudo ver cómo familias con niños o adultos mayores habían quedado casi sin nada por la voladuras de sus techos, como fue el caso de la familia López en camino a San Félix, la familia Molina en Park Way o la familia Aquino Caballero en Camino a Casa Blanca.

Los relatos de los damnificados evidencian el dramático momento que les tocó vivir en medio de la madrugada. Tal fue el caso de Cecilia Caballero quien narró a EL TELEGRAFO cómo ocurrió todo. Eran cerca de las 6 cuando aún estaban despiertos “porque yo había ido a buscar a mi hija a un cumpleaños de 15 en la moto. Entonces al entrar a casa me descalcé para acostarme y vimos que empezó a soplar como un viento, pero no era fuerte. En eso mi hijo mayor, de 20 años, me dijo ‘mamá, se nos vuela el techo’ y saltamos de la cama. Quisieron sostenerlo para que no se lo llevara, mientras yo me fui corriendo a otro cuarto a ponerle un bucito de manga larga a mi nene chico, y en un segundo se nos voló por completo. Nos tiramos arriba de la cama tapándonos, unos arriba de otro para protegernos, más que nada al chiquito, y vimos cómo pasaba el techo enterito por arriba nuestro y se cayó toda la parte de adelante de la casa, se nos arrancó todo el material. Como estaba lloviendo se nos mojó todo, se nos empapó todo. Gracias a Dios que estábamos todos despiertos y no nos pasó nada, más que tirarnos arriba todos apilados. Fue un instante, un segundo”, contó. Quienes deseen colaborar pueden comunicarse al celular 098948714.

En el interior departamental

Otro de los casos ocurrió en Colonia 19 de Abril, donde un productor lechero quedó sin salida al romperse una alcantarilla. “La preocupación es que el hombre quedó aislado adentro de su chacra, sin poder incluso sacar la leche, ya ayer de tarde no hubo forma y son litros que pierde. Se rompió la alcantarilla y se desmoronó la pasada, dijo el alcalde de Porvenir, Ramiro Ayende.

Además, indicó que en el barrio Colapay “se le voló el techo a una casa de familia y otros vecinos tuvieron daños en invernáculos”; así como hubo mucho caída de columnas que dejaron la zona sin luz. Se registraron también desbordes por el agua acumulada, lo que fue prontamente resuelto por la Dirección de Descentralización de la intendencia que envió una retroexcavadora.

En tanto, en Piedras Coloradas –como habíamos informado– se contabilizó la voladura total de dos techos en casas de familia; voladura parcial del techo de la Escuela 27 y la caída de muchos árboles. “En Piedras Coloradas estamos sin luz desde anoche (por el sábado). Hubo que abrir calles porque quedaron con árboles caídos obstruyendo el paso”, dijo el alcalde Jhonn Cáceres que –tal como lo hizo durante los incendios– salió en máquinas a trabajar con sus operarios.
En Guichón, la tormenta no llegó con tanta fuerza. “Estamos con pozos negros desbordados producto de la fuerte lluvia que se registró”, indicó el alcalde Martín Alvarez.

Quebracho y Queguay no reportaron daños relacionados a la tormenta, pero sí estaba afectada la línea de energía eléctrica y se encontraban sin agua, “por una ruptura de una torre que ya estaba identificada”, comentaron las alcaldesas Silbia Visoso y Graciela Barrute, respectivamente.
Por su parte, en una chacra en el kilómetro 380 de la ruta 3, Simón “Chalo” Giordano relató: “En el tambo mío me voló el invernáculo enterito y me llenó todo de árboles a la vuelta, y se volaron algunas tejas de la casa. Se movió un poquito el galpón pero me sacó todo a cien metros de la ruta, todas las columnas de la línea alta que vienen de la ruta más las otras de adentro”.

En cuanto a las pérdidas indicó que “murió una vaca y en el campo de mi hijo, que está antes de llegar al San Francisco, volaron los dos techos de las casas y viviendas del personal, un caballo amaneció adentro del tanque de agua, que no sabemos cómo quedó ahí, una potranca que habíamos traído para echar en cría se cortó el pecho y encontramos ganado tirado por todos lados”.

“Incluso nosotros habíamos hecho la línea nueva de corriente que pusimos con fierro y eso quedó todo tirado. Lo que me tiene más caliente es la UTE, pero no porque me dé luz sino porque se me cayeron los cables y los tengo a dos metros de la entrada. Entonces no puedo salir bien con la camioneta porque es un peligro. Levanté los cables con una caña y pasé, pero no pude cargar con el lechero. El tanque estaba lleno, porque tenemos que ordeñar de tarde, y no pudimos. Y eso es pérdida para nosotros. Además que tengo a mi nuera que está embarazada y uno no sabe si no tiene que salir de apuro, pero no me dieron solución”, agregó.