Cooperativas sociales acamparon en Montevideo; esperan contratos

Las cooperativas sociales finalizaron sus contratos en febrero y las reconexiones, entre otros servicios, están suspendidas.

Las cooperativas sociales Cossandu y Costrapay, que realizan tareas de conexiones de agua y saneamiento para OSE, acamparon hasta el miércoles en la explanada del ente en Montevideo, a la espera de una respuesta sobre las nuevas contrataciones.
Silvia Correa, integrante de Cossandu, recordó que la cooperativa trabaja en el ente desde hace ocho años. “El último año lo hicimos a intervalos, por la finalización de contratos y volvíamos por extensiones del contrato, pero en 2021 estuvimos ocho meses sin trabajar e íbamos todas las semanas, hasta que conseguimos reingresar el 15 de setiembre, pero el 15 de febrero finalizó el contrato”.

Recordó que “en noviembre salió una resolución que las contrataciones se extendían hasta el 15 de febrero de 2023, pero cuando finalizó el contrato el pasado 15 de febrero, OSE dice que las documentaciones que enviamos están vencidas y eso no es cierto”.
En la pasada jornada “se aseguró a las cooperativas que acampamos en Montevideo que se iban a renovar los contratos, pero son 24 cooperativas que trabajan en todo el país y aún no sabemos cuándo reingresamos a trabajar”.

Cuatro cooperativas

En Paysandú, además de las mencionadas, también estuvieron contratadas Codesapay y Vista Hermosa hasta febrero. “Codesapay se encargaba de la limpieza y Vista Hermosa repartía los recibos y tomaba el consumo. En realidad, no hay personal por lo tanto no sabemos cuándo se harán las reconexiones u otros servicios. Y en el caso de los medidores, sabemos las quejas de los usuarios que reclamaron por los montos de las facturas, pero no había personal para ir a tomar el consumo casa por casa”, dijo a EL TELEGRAFO.
Costrapay “al igual que las otras cooperativas, finalizamos el contrato el 15 de febrero y tuvimos que viajar a Montevideo porque el directorio no respondía”, dijo Gustavo Dutra, integrante del grupo y dirigente del Sunca.

Conformada por siete cooperativistas y dos contratados, se encarga de las conexiones de saneamiento y las pérdidas. “Somos conscientes de las quejas y hablamos con los usuarios. En nuestro caso, la última vez le colocamos el agua a una señora que lloraba y nos agradecía porque desde hacía dos meses que no tenía el servicio”, dijo Dutra.
En este caso, “todos somos varones y jefes de hogar. Este es nuestro único sustento, pero tampoco tuvimos un seguro de paro porque no generamos los jornales necesarios y al igual que las demás, también estuvimos ochos meses sin trabajar el año pasado”.