“La Beriso”, canciones desde el corazón

La Beriso no vino a presentar un show nuevo. Ni lo esperábamos. No lo queríamos. La Beriso vino a reafirmarse como la banda roquera que hace baladas como pocas (y rock como las mejores), la que hace vibrar, emocionarse, reír, recordar. La banda de grandes letras, de esas que –vaya a saberse por qué– siempre acompañan alguna parte de nuestras vidas.

Liderada como siempre por Rolando Sartorio, el compositor, guitarrista y voz líder, a quien acompañan Yamil López (guitarra/coros), Emiliano Mansilla (guitarra/coros), Ezequiel Bolli (bajo), Javier Pandolfi (batería), Conde Kung (teclado) y Pablo Puntoriero (saxofón y percusión), llegó por segunda vez al anfiteatro y no defraudó. Porque sigue siendo auténtica, y porque además estaba ante “su” público, que no dejaba de cantar sus grandes éxitos, sus grandes líricas. En su repertorio incluyó “Pensamientos” (un abrazo es lo único que pido/llevame contigo), “Flores” (respirando angustia y soledad/siento un corte en el alma que no podré curar); “Déjame” (quisiera que me agarre la vejez al lado tuyo caminando); “Realidad” (y vos con tanta corrupción dormís en tu mansión); “Otra noche más” (llevo dentro de mi mochila hoy, los mejores momentos que pasé con vos).

Obviamente, desde que es su himno, no faltó “Cómo olvidarme” (siento el perfume de la tristeza/que me acompaña hoy con tu ausencia). A eso se sumó un tema que pegó fuerte –también por la letra– del disco “20 años celebrando”, en estos momentos pos pandemia: “Cantemos” (cantemos, que quizás el viento/ les lleve a los que ayer se fueron/ nuestra voz, con dolor de entierro/ de aquellos que ayer caminaron/ junto al lado nuestro”. También cantaron la canción que compusieron en homenaje a Callejeros, “Miradas” y de otros autores como “Corazón duro”, del grupo mexicano Bronco, “Todo cambia” uno de los grandes éxitos de Mercedes Sosa, “Sobreviviendo” de León Gieco, suplantando el original “no se olviden de Hiroshima” por “Las Malvinas”, y “Cómo le digo” de Sergio Yanotti, uno de los temas emblemáticos de la carrera de Rodrigo, que integra el disco de La Beriso “El último que apague la luz”.

Fue un recital donde nada sorprendió por novedad, donde todo lo que se escuchó, cantó y bailó era lo esperado. Lo deseado, lo anhelado. Un show reflexivo, casi íntimo. La vida tiene esas cosas, esos dolores que nos acompañan, esos amores que nos fortalecen, esas ausencias que no son tales. La vida tiene esas cosas. Como el placer de escuchar en vivo a La Beriso, una banda del rock barrial surgido en los noventa, que pese a su éxito no abandona su esencia. Sigue cantando a las vivencias cotidianas. Cantando lo que les pasa. Lo que nos sucede. E.J.S.