Mi “futuro estaba en producir”

Ing. Agr. Joaquín Cash Durán.

El Ing. Agr. Joaquín Cash Durán (34), es un joven productor agropecuario que hace 5 años decidió apostar a la producción lechera, invirtió en ello y, a partir de ahí, “me empezó a gustar realmente lo que era el tambo”, indicó a EL TELEGRAFO.
“Yo viví en el campo hasta los 16-17 años. Mi padre tenía tambo, pero de todos los rubros que se hacían en el campo, a mí más que nada me gustaba la ganadería. Pero después de salir de facultad y de trabajar en algún lado como agrónomo, me puse a producir, me asocié con alguien y abrimos un tambo en la zona de Young”, contó.
Es decir que “en mi caso no fue algo vocacional, fue algo que se fue dando. Cuando yo estaba trabajando en diferentes empresas, siempre tenía la cabeza en la producción; mi futuro estaba en producir, no era asesorando, ni vendiendo productos. Justo en ese momento (2017), se da una charla con un vecino que tenía un tambo chico pegado a un campo que yo tenía arrendado, y me asocié con él; fue un poco la manera que encontré para meterme en el rubro. Fui a Claldy a solicitar apoyo, donde sin conocerme se portaron de primera, nos dieron el apoyo, y con créditos del BROU y de Bandes compramos con este socio 150 vaquillonas y duplicamos el tambo en área y en vacas”, describió.
“Ahí me empezó a gustar realmente lo que era el tambo”, aseguró, a la vez que comentó que “en estos 5 años que estoy día a día aprendo y eso es lo que hoy me tiene más atrapado, que todos los días son todas cosas nuevas, cosas que voy aprendiendo, experiencia que voy adquiriendo, que a su vez me van ayudando a mejorar el tambo”.
El tambo se encuentra en Ruta 3, km 347,700, y se ordeñan entre 260 y 270 vacas. A la vez, “el ternero macho lo retengo, lo crio y lo vendo”, precisó el productor y profesional que además tiene otro establecimiento agrícola en la zona de Young.
Consultado sobre cómo comieza la rutina de un tambero, Cash explicó que “depende mucho de la hora que se ordeñe. En nuestro caso, se ordeña a las 11 de la mañana y a las 11 de la noche, pero a las 6 y media, si no soy yo, está el encargado, revisando el preparto, aprontando los mixer para dar de comer, si hay algua vaca parida se trae, a eso de las 8 arranca la guachera –lugar donde se crían los terneros– y termina la jornada a las 2 de la mañana cuando se termina el tambo de noche”.
En lo que refiere a la mano de obra que se ocupa en este tipo de explotación, Cash puntualizó que “nosotros somos 4 fijos y 5 conmigo; esta gente que está trabajando en el tambo son los que estuvieron siempre, pues eran los empleados de mi socio que, cuando nos separamos, quedaron trabajando conmigo”. En ese sentido, reconoció que “lo que sé de tambo, mucho es por ellos”.
“Hacemos todo, menos fumigación, lo que es siembra lo hacemos todo con maquinaria propia”, precisó.
En su visión la ocupación de tambero “creo que es algo muy particular y muy vocacional de la gente que trabaja en el tambo”.
“En mi caso no soy el que ordeña, la verdad que estoy todo el día allá y para mí no es un sacrificio estar al aire libre, es lo que me encanta, es una bendición poder hacerlo. Obviamente que el tambero, el que ordeña, le toca buscar las vacas, capaz que sufre un poco más la rutina”, apuntó. Más allá de que se ordeña todos los días, “en nuestro caso es obligación tomarse 4 días al mes”, por lo que se hace un manejo del recurso humano, “se va rotando para ir cubriendo las áreas, o a veces se trae un suplente de Paysandú”, aclaró.
Finalmente consideró que “si bien los costos han suprimido un poco el aumento de precios, creo que es un buen momento” para este sector.