El Movimiento Scouts del Uruguay (MSU), es el grupo de voluntarios más grande y el único reconocido por la Organización Mundial del Movimiento Scout.
Son niños, jóvenes y adultos que trabajan en la construcción de un mundo mejor, mediante la educación en valores. Apuestan al acceso a una educación y trabajo dignos para todos, crecer como personas y aportar para una sociedad más humana y justa, que se establezcan vínculos de cooperación entre las personas, asumir el cuidado y defensa de la naturaleza y valorar los recursos naturales, entre otros.
“En Paysandú somos entre 12 y 15 educadores, en una educación no formal, que lo que hace es complementar a la educación formal (escuela, liceo). En esa educación se promueven los valores como compañerismo, amistad, medio ambiente, naturaleza. Todo lo que tenga que ver con valores, se trata de fomentar”, dijo a EL TELEGRAFO, Fermín Barboza, integrante del grupo scout Williams-Marcel.
Con más de tres mil integrantes -120 de ellos aproximadamente son de Paysandú-, se dividen en 4 ramas de acuerdo a sus edades: Lobatos (de 8 a 11 años), Scouts (de 11 a 14), Pioneros (de 14 a 17) y Rovers (de 17 a 20).
“Nos reunimos los sábados de tarde de 15:30 a 17:30 en la parte de atrás de la Capilla San Miguel, con diferentes actividades: juegos, danzas, canciones, talleres, trabajos reflexivos, caminatas, bicicleteadas”.
El movimiento en Paysandú cuenta con un campo con costas al arroyo San Francisco que, si bien es de la fundación católica, lo usan para desarrollar esas actividades. Allí también llevan a los padres que gusten para que vean el lugar y estén tranquilos de que es un espacio seguro.
“Eso ayuda a veces cuando son padres que no han cortado el cordón umbilical con sus hijos pequeños… llaman para preguntar por ellos y los chiquilines ni se acuerdan; están allá disfrutando descalzos”, comentó entre risas y agregó que “les enseñamos a cocinar, a perder el miedo a la oscuridad, a compartir. Se trata de inculcar la noción de trabajo en equipo”.
Para los educadores se brindan cursos de formación desde Montevideo y hay un programa donde cada departamento pone su impronta.
“Hay un eje central que se llama ‘Progresión Personal’ y es cuando el niño entra de cero –sin saber nada- y va adquiriendo conocimiento y cuando se va, muchas veces queda como educador. Estamos medio cortos de educadores y en algún momento deberemos hacer un llamado para gente que quiera darse una vuelta y colaborar con nosotros”.
Campings respetuosos con la naturaleza
Uno de los compromisos de Baden-Powell, fundador del movimiento, es “que dejemos el mundo en mejores condiciones de cómo lo encontramos”, comentó Barboza. “A cada lugar a donde vamos, no podemos dejar una bolsita tirada, un caramelo o lo que sea. A donde vayamos no destruir la naturaleza; no cortar árboles porque sí nomás, no hacer destrozos. Todo eso que se inculca a los niños, cuando salen a la calle ya lo tienen incorporado. Hay padres que nos han dicho que sus hijos los retan por cosas que hacen mal en ese aspecto”.
El grupo scout tiene integrada desde el inicio, la cultura del cuidado por la naturaleza. Son cuidadosos en la limpieza de los lugares donde acampan, manejan correctamente las fogatas y verifican que queden bien apagadas al irse.
En estos días que habrá muchos campamentos, el integrante de MSU pidió que se tenga especial cuidado con el fuego “el apagado con conciencia es clave. Nosotros hemos tenido campamentos en enero en la peor fecha de incendios y nunca hubo un problema. Se debe hacer un círculo dos metros de diámetro –mínimo- en torno al fuego, ponerle piedras, tener un balde con agua cerca, mirar si no hay hojarascas cerca y si te vas lo apagás; no debe quedar humeando”.
Este año las actividades del movimiento, darán inicio los primeros días del mes de mayo y para la rama de mayor edad, se incluirán juegos y talleres de educación ambiental, observación del medio ambiente –con reconocimiento de flora y fauna- y reconocimiento de problemas ambientales.
