Con una inversión prevista de un millón y medio de dólares, financiados por el fideicomiso Paysandú II, comenzó la obra de desagües pluviales en la denominada “cuenca alta” en calle Tacuarembó. La misma beneficiará a cientos de vecinos que residen en la zona y frecuentemente sufren inundaciones en días de lluvia intensa.
“Es una obra con un buen resultado, que no se va a ver porque es subterránea”, indicó Mársico. “Pero sabemos que serán los beneficiarios que viven en ese sector de la ciudad quienes lo van a ver claramente en el confort que van a tener los días de lluvia”, aseguró.
Los proyectistas de esta obra son técnicos municipales y la ejecución estará a cargo de la empresa José Cujó S.A., que fue la ganadora de la licitación. La obra tendrá un período de realización de nueve meses, agregándose obras complementarias que realizará la Intendencia con mano de obra municipal, como pavimento e iluminación, que extenderá el plazo final. Tiene su inicio en la intersección de las calles Tacuarembó y Setembrino Pereda, “si bien las inundaciones se producen en la zona de Carlos Albo y Tacuarembó, necesitamos captar el agua cuadras antes para que no llegue con tanta intensidad y se inunde ese punto en cuestión. Esto quiere decir que va a haber vecinos que van a ver una obra frente a su casa en una zona que no se inunda, pero que resulta imprescindible hacerla en esa zona para que efectivamente se pueda beneficiar a quienes realmente tienen el problema”. “La obra es mucho más grande de lo que se refleja en el problema”, aseveró.
La obra tiene un “enorme desafío topográfico” en la medida que “lo ideal sería iniciarlo en la parte final, abajo, pero para reducir problemas a los vecinos, la haremos así, comenzando por Setembrino Pereda”, dijo a EL TELEGRAFO el ingeniero Gustavo Belvisi.
El desagüe subterráneo será en las primeras cuadras –desde Setembrino Pereda al Oeste– con caños plásticos que luego se unirán a caños de hormigón prefabricado de gran porte, de 2,50 por 1,20 metros, que se colocarán en el tramo final hasta el Paseo de los Niños, en una extensión de 260 metros. Asimismo habrá dos ramales secundarios, uno por Silván Fernández y otro por Libertad, que desembocarán en Tacuarembó.
Por otra parte “hubo que hacer un trabajo preliminar muy preciso porque en la zona están todos los servicios y en el caso de los subterráneos como agua potable, saneamiento y gas hubo que conocer específicamente su ubicación para determinar por dónde construir la obra de evacuación. Eso ya se ha hecho”, agregó Belvisi.
Por otra parte se construirán 19 bocas de tormenta, imprescindibles para aumentar la capacidad de desagüe de aguas de lluvia. A ello se sumarán las aportaciones de los ramales secundarios de Libertad y Silván Fernández.
El punto final de la obra será en el río Uruguay, por lo que se deberá intervenir en la zona del Paseo de los Niños, ubicado frente al Irene Sosa. “Vamos a tener en cuenta eso para hacerlo rápidamente y no perjudicar el buen uso que le da la gente a esta zona”, destacó Mársico.
