“Con diferencias de precios tan grandes, se hace difícil competir”, dicen comerciantes locales

La actividad comercial en los departamentos fronterizos se ha visto seriamente afectada por las diferencias en cuanto a precios con la República Argentina. La fuerte devaluación del peso argentino ha profundizado las brechas en cuanto a precios, con diferencias tan grandes que resulta claramente beneficioso para los consumidores litoraleños cruzar el río Uruguay para adquirir de todo: desde combustible hasta alimentos de la canasta básica, pasando por productos de higiene personal, artículos para el hogar e incluso aprovechando el tipo de cambio para disfrutar de la oferta gastronómica y de entretenimiento en la vecina orilla. Uno de los sectores en los que más fuerte ha impactado la reapertura de fronteras, ha sido el de las estaciones de servicio, que vieron una reducción en sus ventas en los últimos dos meses.
“Esta fea la cosa, se ha notado una merma sustancial en la venta de naftas que no ha podido ser empardada por la bonificación del 30% de descuento del IMESI. Hay una diferencia muy grande de precios, muy pronunciada, así es difícil competir con los precios argentinos” argumentan empresarios del sector en Paysandú.
Y agregan que “el desfasaje comercial es notorio a nivel combustibles, no tanto con el gasoil, pero si con el resto de los combustibles. Se registra una curva de descenso en las ventas desde Semana Santa. Esto impacta en todos los demás rubros. Hay que tener en cuenta que los fines de semana se reduce el costo del peaje a la mitad, eso es un aliciente para que justo el fin de semana las familias vayan a la Argentina y consuman allí y se consume de todo, arrancan por la carga de combustibles y siguen con una cantidad de otros servicios: farmacias, ópticas, productos de almacén, obvio que el gastronómico también. La crisis argentina se profundiza y eso nos va a perjudicar más; por la devaluación y porque tienen dos tipos de cambio. Al haber mercado de cambio paralelo, con un dólar no oficial (el denominado dólar blue) un 80% por encima del dólar oficial, eso se convierte en otra vertiente de problemas. El uruguayo va con 100 dólares y cambian en el mercado paralelo; ¿cuánto le dan? le dan nada menos que 22.000 pesos argentinos. Ganás un 80% más del valor y toda esa plata se consume ahí”. Los empresarios locales sostienen que el diálogo con las autoridades ha sido habitual y las puertas han estado abiertas, pero suele suceder que los tiempos de las empresas y los de la política no son los mismos: “en Semana de Turismo salió del país más gente de la ingresó, eso da una pauta de que había una avidez por cruzar para hacer la carga de combustible o el popular surtido. Con las fronteras cerradas, la situación era claramente beneficiosa para el comercio local, porque se pudo aprovechar todo ese potencial comercial que tiene Paysandú. Incluso aparecieron emprendimientos locales, sobre todo gastronómicos, orientados a satisfacer la demanda, cuando se veía que en otras partes del país muchos comercios cerraban. Hoy en día lamentablemente somos menos competitivos que en la era pre-covid, cuando ya de por sí el tipo de cambio no nos favorecía. Hace 40 años que no hay una asimetría de precios tan grande. Tenemos un vínculo cultural muy positivo con los vecinos, pero en lo comercial siempre salimos perdiendo. Por eso hay que buscar la forma de que la región deje de quedar postergada. La ciudad entera deja de vender, los números lo dicen, no es que estemos exagerando; se trabajó en medidas, como atender los productos de la canasta básica para bajar precios a través de exoneraciones tributarias. La gran cuestión acá es que a veces las empresas no pueden esperar”.

Microimportaciones como posible medida

Se ha manejado la posibilidad de que la regularización de las microimportaciones pueda ayudar a revertir hasta cierto punto, esta situación. “Las microimportaciones pueden ser una solución, se trata de generar licencias para los comercios locales acreditados, para que puedan cruzar a Argentina a comprar a precios argentinos, importando de manera ágil, simplificada y directa”.
“No hay que dejar de mencionar que el desempleo es un resultado inevitable de este tipo de coyunturas. Si el consumo emigra, difícilmente las empresas puedan aguantar; pasa mucho que el consumidor siente un alivio grande por la diferencia de precios y cae en la tentación de comprar allá, pero el consumidor también es un trabajador o un emprendedor de este lado del charco y eso puede ir en detrimento de su propia fuente de ingresos. Entramos en un círculo vicioso muy perjudicial. El trabajador va a Colón y adquiere productos de farmacia y perfumería, que están a precios tres o cuatro veces más bajos que en Paysandú, después va al supermercado a buscar comestibles y termina cenando en algún restaurante argentino, donde también se manejan precios sumamente accesibles para el bolsillo uruguayo. En un solo viaje al puente se aprovecha para consumir de todo, pero también se deja de consumir en cuatro o cinco sectores de la economía local. Por eso es que regularizar el comercio fronterizo es un primer paso para empezar a revertir una situación que es preocupante”, dijeron a EL TELEGRAFO algunos comerciantes consultados sobre el tema.
Además, las empresas locales sostienen que, con respecto a las fuentes laborales, se hace realmente difícil sostenerlas ante la caída en cuanto a ventas: “la situación con respecto al personal que trabaja en los diferentes comercios es sumamente compleja, en algunos casos se suprimen turnos y algunos trabajadores pasan a trabajar medio horario. Es una medida de fuerza ante la gravedad de la situación; a partir de semana de turismo se comenzó con la reducción de personal, sobre todo en estaciones de servicio, porque la verdad es que hacer frente a los costos se hace muy difícil en una situación de esta envergadura. La gente de Paysandú cruza y es entendible que se busque hacer rendir los sueldos, pero hay una realidad ineludible y es que al final terminamos todos los sanduceros sufriendo las consecuencias de este enorme desfasaje”.