Era el último lanzamiento. La expectativa era más grande que nunca. Y a la uruguaya, en el último suspiro, Manuela Rotundo rompió los esquemas para quedarse con la medalla de bronce de la prueba de lanzamiento de jabalina del Mundial U20 de Cali.
“Fue espectacular cómo se dio todo en el último lanzamiento. Fue redondito”, dijo a EL TELEGRAFO el entrenador Milton Cardozo, integrante del cuerpo técnico junto a Julio y Luciana Acosta, que en este caso estuvo al lado de la deportista durante la cita mundialista.
La realidad, el hecho, es que Rotundo lo hizo de nuevo. Pero ahora en el máximo escenario, mostrando técnica, trabajo, pero también ese temple que la caracteriza.
“En la clasificatoria sabíamos que por más que tiene temple, el Mundial es otra cosa. Cambia todo. Es otro nivel, pero cambia la logística, la organización… La clasificatoria estuvo tensa. De los cinco entrenamientos previos en Cali, tres habían sido bastante malos, y era un desafío pasar la clasificación”, confesó.
Pero las cosas se encaminaron. “Pasó la clasificatoria, pero no quedó conforme con ella. Se empezó a soltar, a hablar mucho después de la prueba, y en la final estaba más confiada, pero los nervios están. Fue para todas las atletas, porque Manuela clasifica con lo justo y a partir del cuarto y quinto lanzamiento muchas hicieron lanzamientos nulos. Lo aprovechó Manuela y ese último fue increíble pasó del sexto puesto al tercero”, relató el entrenador.
Pero ¿qué se habló antes de la definición? ¿Qué pasó para que Rotundo saltara del sexto lugar directo al podio?
“Le dije que había llegado el momento de olvidarse de la técnica, porque el último lanzamiento se hace a corazón. ‘Con 55 metros te metés en el podio, y estás en el lugar que este año soñamos estar: llegar al último lanzamiento con chances reales de conseguir una medalla’”, le dijo a la atleta. Y cerró: “‘nos vamos conformes si vos salís satisfecha y conforme con vos misma. Los resultados son lindos, pero eso es lo importante”.
El final es conocido: lanzó como nunca en esos días en Cali. Cardozo reconoce que “Manuela tiene un carácter competitivo muy fuerte”, pero también analiza que “solo con eso que se transforme en las finales no alcanza”.
Pero la sanducera es todo un combo. “Le suma el trabajo constante durante todo el año, es muy analítica, entiende mucho de la técnica, analiza los videos y encuentra los errores, pero llegado el momento deja todo eso de lado y pone ese plus que pocos elegidos lo tienen y lo pueden aplicar”, explicó.
Ahora es tiempo de mirar hacia adelante. Hacia otros objetivos.
El talento y el trabajo está. Ahora se piensa en que “ojalá el apoyo de este año se extienda porque para estar a este nivel se necesitan recursos, y ese es el trabajo de todos los actores deportivos que están alrededor”, dijo el entrenador.
