Proyecto de albergues para animales callejeros impactará en los territorios

Astrid Sánchez, presidenta de la Fundación Cero Callejero.

La presidenta de la Fundación Cero Callejero, Astrid Sánchez, es arquitecta y cuenta con una maestría en Ordenamiento Territorial. Durante la administración de Julio Pintos, trabajó en el Plan de Ordenamiento Territorial de Paysandú, como funcionaria del ministerio, y “cuando pensé en el proyecto de albergues para animales en la calle lo hice conociendo el territorio nacional, además del impacto que generan los animales en los centros urbanos y rurales”.
En el proyecto conjugó la profesión con su faceta de rescatista. Su iniciativa “tenía que tener en cuenta a las personas que aman a los animales y a aquellos que los detestan, que tengan en cuenta los problemas de las ciudades y las áreas rurales. De esa manera presento un programa que atiende a toda la población”.
Los legisladores contactados “me manifestaron que no había recursos para este proyecto, porque había que destinarlo a las personas en situación de calle. Así, vi la posibilidad de buscar apoyo en las empresas. Y cuando otros me indicaron que desamparaban a los productores agropecuarios, me enfoqué al estudio del problema con las jaurías. Nos dimos cuenta dónde surgía el problema y lo que había que solucionar. Así con nuditos cortitos de impacto, tal como se estudia un territorio, se fue construyendo el proyecto general”.

Perros de caza

Sánchez se manifestó contraria al uso de perros para la caza y lamentó que “un proyecto de ley estimule la caza nocturna, amplíe el territorio para cazar con menos autorizaciones y no lo prohíba. La fundación no se posiciona sobre este tema porque no se quiere involucrar en más luchas que las que ya tiene. Pero, personalmente, no estoy de acuerdo con la utilización de animales para la caza ni tampoco en carreras”.
Aclaró que “el bienestar animal es para todos, sin declaraciones de especies. Opino que hay un problema con la incoherencia legislativa en el espíritu de las leyes e incluso con la tradición de este país que no tiene muy instalado el bienestar animal porque aún vende ganado en pie. Por eso, hay que comenzar a caminar hacia una transformación gradual y avanzar con los animales domésticos”.
Explicó que “la forestación ha generado corredores biológicos que le da un espacio de seguridad a los animales considerados plagas. Y nadie puede controlar los límites establecidos para la caza. Al igual que un perro no puede seleccionar al tipo de ciervo”.
Agregó que “le manifesté personalmente al presidente Luis Lacalle Pou que me parece incoherente que mientras se trabaja para generar empatía y defender el bienestar animal con la creación de un instituto –el Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA)– y un esfuerzo sobrehumano para solucionar un problema del país, salga un decreto como el que salió”.

Jaurías

Consultada sobre la problemática de las jaurías, afirmó que “los productores rurales quieren una solución y un cambio a un problema que viene desde la época de 1800, pero aumentó porque también se incrementó la población de animales. Ahora no se castra y antes tampoco, peor se aplicaba la eutanasia. Eso, que sigue aplicándose, se hace en menor cantidad porque el productor no está en el terreno”.
Los ataques se intensifican los fines de semana y “las pocas personas que viven en el campo, hoy tienen perros de caza. Hice una investigación sobre la Guerra Grande y el Sitio de Manuel Oribe. De su gobierno en el Cerrito, hay decretos que mandaban a matar a los perros cimarrones porque perjudicaban a las tropas. Estamos en 2022 y no aprendimos nada”.