Paysandú cuenta con el 4,6 por ciento de la flota de camiones del Uruguay

De acuerdo a un estudio sobre el mercado de transporte carretero de cargas en el Uruguay, publicado en julio de este año, del que son autores los consultores Pablo Rosselli, Florencia Carriquiry, Marcelo Pérez, Diego Varela, para la División de Transporte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Paysandú cuenta con el 4,6 por ciento del total de la flota de transporte terrestre de nuestro país, en tanto Montevideo tiene el 35,1%, Canelones 14,8%, Colonia 6,9%, Soriano 5%, San José 4,5%, Río Negro 3,2%, Rivera 2,5%, Florida 2,7%, Cerro Largo 2,3%, Salto 2,4% y el resto se divide entre los otros departamentos.

En relación con la flota total, los datos del MTOP (Ministerio de Transporte y Obras Públicas) indican que el número de vehículos dedicados al transporte profesional de carga creció sensiblemente entre 2010 y 2018 (un 5% anual), hasta alcanzar un máximo de casi 32.500 vehículos ese último año. Sin embargo, en 2019 la flota se redujo en casi 1.000 vehículos, de modo consistente con la caída en el número de empresas registradas.

Del total de la flota, aproximadamente el 58% corresponde a vehículos con motor (camiones, tractores y un número muy menor de vehículos especiales), mientras que el 42% restante se distribuye entre remolques y semirremolques. De esta manera, las cifras permiten concluir que, en promedio, hay 6,4 vehículos totales y entre 3,6 y 3,7 vehículos con motor por empresa.

Esos números tendieron a aumentar entre 2010 y 2015 (en la fase de expansión del sector), pero se han mantenido prácticamente sin cambios en los últimos cuatro años.

El mercado de transporte carretero está compuesto por aproximadamente 2.400 empresas, que dan empleo directo a más de 12.000 personas. Con una facturación total anual superior a los 1.000 millones de dólares, la industria presenta un alto grado de competencia entre empresas, que principalmente prestan servicios con baja diferenciación. Por lo tanto, la competencia se basa en gran medida en los precios, consigna el estudio.
Destaca que en las empresas más grandes la rentabilidad en la industria esté en línea con la observada para la economía en su conjunto.

Informalidad

A su vez la informalidad (evasión de impuestos y de aportes a la seguridad social) en la industria se ha estimado en alrededor de 120 millones de dólares anuales, concentrados en pequeñas y medianas empresas.

Los consultores entienden que las políticas públicas para la industria deben centrarse en promover la inversión y las ganancias de productividad en las empresas más pequeñas y en disminuir las externalidades negativas, como los estándares de seguridad y la reducción de emisiones.

El foco de este estudio es el transporte terrestre de carga de largas distancias, es decir, el llamado “transporte terrestre de carga interdepartamental e internacional” (código 49232 de dicha clasificación).

Estructura del sector

Con base en la información disponible, de las algo más de 2.400 empresas, la estructura del sector se compone de poco más de 1.700 microempresas (70% del total), unas 500 empresas pequeñas (21%), unas 200 empresas medianas (9%) y unas 20 empresas grandes.

A partir de una cuantificación de la carga transportada y de una estimación de los kilómetros recorridos y las tarifas medias de los servicios de transporte, se estimó el valor de la demanda potencial del sector en unos 1.070 millones de dólares por año.

Si bien la cantidad de empresas medianas y grandes representan menos del 10% del total, estos segmentos concentrarían más del 60% de la facturación total del sector.

Concretamente de un total de 2.438 empresas de transporte terrestre, 1.703 son micro, 507 pequeñas, 208 medianas y 20 grandes, en tanto en el sector de transporte terrestre de carga hay unos 23.700 ocupados. Se estima que el sector de transporte terrestre de carga interdepartamental e internacional ocupa a unos 12.780 de estos trabajadores.

La cadena forestal, la mitad

La cadena forestal comprende casi un 50% del valor total de la demanda. Las otras cargas de origen agropecuario representan, conjuntamente, un 30% de este valor, mientras que el resto de las cargas completan el 20% restante.

Consignan los economistas que, en términos generales, el mercado de servicios de transporte carretero (interdepartamental e internacional) de carga es fuertemente competitivo. Por una parte, en el sector operan numerosas empresas que enfrentan escasas barreras de entrada y salida. En tanto el transporte de la mayor parte de las cargas ofrece una complejidad relativamente baja, lo cual limita la capacidad de diferenciación de productos.

En el marco de este estudio, se realizaron numerosas entrevistas a empresas transportistas, a empresas propietarias de las cargas (clientes de las empresas transportistas) y a otros actores relevantes del sector (autoridades y gremiales). La totalidad de los entrevistados coincidió en que existe una muy alta competencia en el sector, aunque también han señalado que esta competencia es algo menos intensa en operaciones más sofisticadas o más complejas, en las que la cantidad de potenciales oferentes (con capacidad de realizar el trabajo) es sensiblemente más reducida.

Mercado nacional e internacional

Además, las empresas de menor porte suelen enfocarse en el mercado nacional –en el que la diferenciación en el tipo de servicios es más baja–, mientras que en las empresas de mayor tamaño cobra más relevancia el transporte internacional de carga.

Por otro lado, entre los operadores tiende a primar la percepción de que, salvo en momentos pico de algunas zafras clave (como la zafra agrícola de verano, por ejemplo), el sector está sobredimensionado (con exceso de flota), lo que refuerza el nivel de competencia entre empresas. No obstante, también es frecuente la implementación de estrategias de colaboración con empresas competidoras y la subcontratación de flota, cuando la capacidad propia disponible resulta insuficiente para algún encargo.