Como lo hicieron en períodos de seca anteriores, alrededor de un centenar de vecinos de Porvenir –incluyendo al alcalde Ramiro Ayende– se trasladaron en procesión con la imagen de San Isidro Labrador hasta el arroyo Sacra, en el cruce con ruta 3, donde la bañaron en las frescas y cristalinas aguas. Es una antigua tradición de los productores trasladar la imagen del santo a un arroyo en épocas de seca, confiados que eso les proveerá las necesarias lluvias. San Isidro Labrador es precisamente el santo al que se le pide lluvia, pues se lo conoce por realizar milagros con el agua. Y es que cada vez que la necesitaba, hincaba su callado en tierra y con la oración de “Cuando Dios quería, aquí agua había” hacía surgir un manantial. De ahí que siempre se le represente con su vara en la mano derecha.
