Jimena Biglieri hizo un esfuerzo enorme. Tuvo un mano a mano intensísimo con la colonense Sol Quiñones desde la mismísima salida, pero en el último tramo de la 5K de la Mujer pudo marcar la diferencia.
El calor era insoportable, pero no pensó en ningún momento en desacelerar el paso.
“Es la primera vez que puedo ganar la 5K de la Mujer. Nunca había podido. Había sido segunda, tercera, pero nunca había estado en lo alto del podio”, resumió tras el esfuerzo.
La representante de la Escuela de Atletismo de la Intendencia confesó que “estaba bastante nerviosa porque Sol gana casi siempre la prueba, y la verdad es que me sentía un poco presionada. Y el calor te tira un poco para abajo”.
Pero “al estar en Paysandú, siendo local, tenés que dar lo mejor. Quizás en otro lado aflojás un poco, pero la verdad es que acá estaba motivada por los compañeros, la gente, la familia”.
La atleta dijo que cambió los planes previos. “Pensaba salir suave, porque en la competencia que tuve en Concordia salí rápido y me ahogué, pero ahora Sol me llevó más rápido y lo primero que pensé fue que no iba a dejarla sacar ventaja. Ella marcó el ritmo, salí primera pero me superó, y luego comenzó a cansarse. El tramo final, cuando pasamos la rotonda (frente al anfiteatro), fue impresionante en cuanto al esfuerzo. Pero pude marcar ahí la diferencia”, relató.
Jimena se despide de las carreras de calle. Y se centra en la pista. Junto a su entrenador, Julio Acosta, tiene claro el plan: apostar a los 3.000 metros con obstáculos. “Ese es el objetivo. Y estos 5 kilómetros sirven para ganar aire. El 19 tenemos una competencia, y luego el Grand Prix Sudamericano. Vamos a ver también si hacemos los 800 metros”, dijo.
