En plena ola de calor, con temperaturas que estuvieron por encima de los 35 grados y con sensaciones térmicas aún mayores, los alumnos de la Escuela 33 y 107 (funcionan en el mismo edificio) debieron soportar los primeros días de clases –y hasta ayer– sin luz.
Cuando los ventiladores ya no dan a basto, y el aire acondicionado parece ser una necesidad, los niños de dichos centros educativos debieron estar desde el inicio de clases sin ellos, a lo que se le suman las heladeras que permiten mantener el agua fría. Algunos alumnos de los diferentes grados optaron por llevar una conservadora con hielo para mantener fría el agua para tomarla a una temperatura adecuada en medio de una ola de calor.
Esta problemática que sufren los estudiantes y cuerpo docente de la escuela se debe a una razón. Durante las vacaciones, Primaria invirtió una suma importante de dinero con el objetivo de mejorar la red eléctrica del centro educativo haciéndola a nueva. Pero aquí está el problema porque la nueva red eléctrica demanda mayor potencia, por lo que UTE debía realizar los trabajos correspondientes para mejorar esta problemática.
En las últimas horas, los técnicos intensificaron su trabajo con el cambio de un transformador que permitirá que la escuela pueda funcionar con normalidad, algo que –de acuerdo a los datos obtenidos por EL TELEGRAFO– sucedió en las últimas horas de la víspera.
“Hemos pasado horrible con estos calores”, indicaron fuentes del caso, quienes celebraron que en la jornada de ayer desde UTE se estaba realizando el cambio de transformador.
