Pareja fue formalizada por 8 delitos de estafa, contrabando y tenencia de estupefacientes

Mercadería de procedencia argentina incautada por las autoridades: gorros, remeras, ropa deportiva, relojes, perfumes, ropa interior masculina y femenina, medicamentos.

Un hombre y una mujer fueron imputados tras cometer varios delitos de estafa, contrabando y por tenencia de estupefacientes, hechos que datan desde diciembre del 2021.

En esa oportunidad, una mujer de 67 años de edad denunció haber sido víctima de una pareja que la habría amenazado y presionado para sacar préstamos de dinero. Relató a las autoridades que luego de una intervención quirúrgica, comenzó a frecuentar el domicilio de una mujer a quien conocía desde hacía unos meses, y que muchas veces la denunciante quedaba al cuidado de los hijos de ésta. La mujer comenzó a ofrecerle a la señora de 67 años medicación que aparentemente era compatible con la que le había recetado un profesional, pero luego de ingerir estos medicamentos la denunciante comenzó a experimentar efectos adversos –desorientación y debilidad– y la mujer le iba aumentado la dosis.
Bajo los efectos de ese medicamento fue llevada por la pareja a tramitar diferentes créditos, de los que no recibió parte alguna, en tanto dijo haber visto al hombre portar un arma de fuego.

La víctima logró hacer la denuncia cuando un familiar la acompañó a la Seccional, en la que hizo entrega de un blister de las pastillas que le suministraba la sospechosa, un recibo de compra de una moto con el dinero del préstamo y una carta manuscrita de la denunciada en la cual se lee la petición de dinero para realizar un viaje, por la suma de U$S 4.000 entre préstamos debitados de sus haberes y otros cuyo saldo aún no se ha conseguido calcular.

Personal del Departamento de Hechos Complejos investigó el caso e informó a la Fiscalía, que encontró responsables de estos hechos a Nataly Noelia Fremd Silva, de 32 años, y a A.G.A.W., de 36. Se realizó un allanamiento en el domicilio de la pareja y se incautó preventivamente un automóvil Peugeot 208, otro BYD matriculado en Tacuarembó, una moto Honda CRF 250cc sin matrícula, una moto Yumbo City 110cc sin empadronar, electrodomésticos varios y cajas con mercadería varias de procedencia argentina (ropa, relojes, perfumes y medicamentos) también hallaron en el interior de la finca papeles varios de préstamos a nombre de algunas de las víctimas de las estafas, como así también documentos de identidad y tarjetas de crédito.

Continuando con el registro de la vivienda, se encontraron varias plantas de marihuana plantadas y otras en un depósito, haciéndose presente personal de Policía Científica a los efectos de registro fílmico, relevamiento fotográfico y la extracción de muestras de las plantas mencionadas, las que arrojaron un pesaje de 867 gramos.

Los registros obtenidos por la policía determinaron el vínculo de ambos acusados con otras denuncias, teniendo en casi todas el mismo patrón de engaño y que sus víctimas eran todas personas de la tercera edad, que vivían solas o dependientes de vecinos o algún familiar. Los trasladaban en sus vehículos a diferentes casas de créditos en la ciudad, BPS y BROU, donde les hacían gestionar préstamos de dinero y se apoderaban de los mismos.
En algunos de los casos, por ejemplo a una de las víctimas con la promesa de retirar $30.000 en el BPS y el fin de construirle una vivienda, se hicieron con $60.000. Otra víctima denunció que en un mismo día le hicieron sacar préstamos en el BROU, BPS y Red Pagos, sumando más de $100.000 y dándole a la víctima $4.000; además del uso de las tarjetas de crédito de varias víctimas. A todo esto se suma la denuncia de una persona de 41 años que fue agredida físicamente tras defender a una de las víctimas de estafa.

Luego de tomar conocimiento, la Justicia Penal dispuso la formalización de la investigación, condenando a A.G.A.W por ocho delitos de estafa, dos de ellos en grado de tentativa en régimen de reiteración real, con un delito de contrabando y un delito de tenencia no para consumo de sustancias estupefacientes, a la pena de dos años y cuatro meses de penitenciaría. Mientras que a Fremd Silva se la condenó por ocho delitos de estafa, dos de ellos en grado de tentativa y todos en régimen de reiteración real, a la pena de catorce meses de prisión.