Resultados ambientales surgidos del proyecto Ganadería y Clima

Además de los resultados económico-productivos, el ingeniero agrónomo Gervasio Piñeiro presentó en el marco de la conferencia realizada sobre el proyecto Ganadería y Clima, los indicadores ambientales de los cuales ya hay resultados, como las emisiones de gases de efecto invernadero.

Las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron tanto por hectárea (7%) como por kilo de carne producida (18%), el 65% de los predios redujeron sus emisiones por ha y el 75% redujeron sus emisiones por kg de carne producida. Pasando de 1805 a 1679 kgCo₂eq/año/ha y de 21 a 17 kgCo₂eq/kg de carne producida, principalmente por las disminuciones en las emisiones de óxido nitroso (N2O) y metano (CH4) del ganado. La disminución en las emisiones totales se logró por la reducción en la carga ganadera y la disminución en la intensidad de las emisiones se logró por el aumento en la producción de carne por animal (mayor eficiencia).

El impacto del proyecto en las 28.000 hectáreas de superficie de pastoreo involucradas fue una reducción de 3528 toneladas de Co2eq por año en las emisiones GEI, estas emisiones cubren las de 1450 uruguayos por año.

El porcentaje de agua disponible en el suelo durante la primavera y verano 22-23 se redujo en el 100% de los predios respecto a la línea de base, debido a la situación de déficit hídrico que afectó a la región, con una reducción del 13% en primavera y del 17% en verano. En este mismo contexto, la producción de pasto se redujo un 72% en primavera y un 98% en verano 22-23.

Sin embargo, en comparación con los vecinos, la biodiversidad de especies vegetales aumentó de 63 a 65 especies en los predios del proyecto, mientras que en los predios vecinos se redujo de 66 a 63. Por lo que podemos afirmar que el proyecto aumentó un 7,4% la riqueza de especies vegetales.

También se midió la altura de pasto en diferentes estaciones claves, en primavera 2022 los predios del proyecto presentaron un 35% más altura que los predios de sus vecinos siendo 2,7cm en los predios de GyC y 2cm en los predios de los vecinos.

En cuanto a la producción de pasto anual, los predios vecinos disminuyeron más su producción frente a la sequía que los predios de GyC. Los vecinos pasaron de 5595 kg/ha/año en la línea de base a 5180 kg/ha/año al final del proyecto reduciendo un 7%, mientras que los predios de GyC pasaron de 5550 a 5193 kg/ha/año reduciendo un 6%.

En referencia a la resistencia a la sequía, los predios de GyC redujeron su productividad de forraje un 6% mientras que los predios vecinos redujeron el mismo indicador un 8% en promedio para los 3 años considerados durante la primavera.

Otro indicador que se está monitoreando es fertilidad y carbono en el suelo, pero aún no hay un análisis de estos datos.

Moraleja

“La moraleja que deja este proyecto, más allá de todos los procesos es que el aumento de productividad y de ingresos se dieron mejorando las condiciones del ambiente, que es lo que la teoría ecológica dice y este proyecto lo demuestra en números”, afirmó Piñeiro.

Para medir la mejora en la gestión, se utiliza el índice de cría vacuna, que mide la aplicación de prácticas relacionadas al manejo del rodeo. Este índice clasifica y pondera ciertas prácticas, y establece un puntaje. En la línea de base solo el 26% de los predios tenían un ICV bueno o muy bueno, al final del proyecto el 83% de los predios se encuentran en este rango. El ICV aumentó un 64%, lo que explica los resultados favorables en un contexto de déficit hídrico extremo.

El proyecto se basa en la hipótesis de que, mejorando las prácticas de gestión de los procesos productivos y sin aumentar los costos, mejoran los indicadores productivos y el resultado económico de los predios. Dentro de los resultados se observa que la mejora en la gestión del rodeo en función de los recursos disponibles y las diferentes épocas del año, impactó positivamente en la condición corporal de los animales y por lo tanto en la producción de carne tanto de los vacunos como en ovinos. Estos indicadores explican el aumento de producción por hectárea y por animal, lo cual confirma la hipótesis original.

Con predios ganaderos ubicados en diversas zonas agroecológicas del país y que reflejan diversos modelos socioeconómicos y de gestión de recursos, el modelo de trabajo que integra la coinnovación y la propuesta de intensificación ecológica permitió mejorar el resultado productivo, económico y ambiental de la ganadería. Dichas mejoras se dieron en un contexto climático adverso, con déficit de lluvias durante los tres años de trabajo.

Los resultados de la implementación del proyecto muestran una trayectoria para el cumplimiento de los compromisos nacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Asimismo, en un contexto climático adverso, muestran un camino para construir resiliencia en sistemas ganaderos con base en campo natural a través de la gestión del forraje y el rodeo.

Los resultados de este proceso permiten aportar datos científicos para el diseño de políticas públicas, insumos para la construcción participativa de una ganadería sostenible, así como la calibración de factores nacionales para la estimación de indicadores de sostenibilidad, que permitan la caracterización y comunicación para el posicionamiento de la producción cárnica nacional. El ministro Mattos expresó: “Este proyecto lo que va a necesitar es hacerlo de mayor escala en el futuro, y en eso estamos empeñados a trabajar, esto es una política de Estado, que va mucho más allá de la política de gobierno”.