“Sin contaminación por plásticos”, la consigna del Día Mundial del Ambiente

Cada 5 de junio, desde hace 50 años, se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente con el fin de destacar la importancia de la salud del medio ambiente para la supervivencia de todas las especies. Este año el eslogan es #SinContaminaciónPorPlásticos, aludiendo sobre todo a los plásticos de un solo uso y a su reutilización, reparación y reciclaje.

Nuestro país, si bien a un ritmo lento por parte de las autoridades y de la sociedad en general, viene buscando políticas públicas para acompañar estos cambios tan urgentes. Con ese fin, el 28 de abril de 2021, el Ministerio de Ambiente, mediante la Resolución N° 272/021 resolvió que se promueva “la reducción de la generación de residuos plásticos, priorizando el uso y consumo sustentables de productos reutilizables, desestimulando productos plásticos de un solo uso, innecesarios y de muy baja vida útil”.

En la misma resolución, se crea el Sello ambiental, “o distintivo ambiental con la finalidad de identificar aquellas entidades o actividades libres objeto de la presente resolución, como instrumento voluntario para los servicios de hotelería, gastronomía y comercio en general, diferencial para promover el cambio en los hábitos de consumo”.

Las condiciones para el otorgamiento de dicho sello son, entre otras, la sustitución total o parcial de vajilla descartable, de envases y embalajes plásticos en la distribución y la realización de campañas de concientización sobre el consumo sostenible.

En 2019 se había aprobado el Decreto 3/2019 que reglamentaba “el uso sustentable de las bolsas plásticas, quedando prohibidas aquellas de un solo uso” que no estuvieran certificadas y donde las biodegradables o compostables podían ser vendidas por los comerciantes a un valor aproximado a $4 (cuatro pesos uruguayos).

Sin embargo, fueron miles las voces que se pronunciaron en contra, en una sociedad que, a pesar del notorio desastre ambiental que estamos viviendo, aun no logra medir el impacto negativo ni las consecuencias a corto plazo.

Se puede argumentar que estas políticas no han sido suficientes porque los supermercados venden bolsas compostables, pero los locales están llenos de productos envueltos en Telgopor y papel film, tanto los productos de fiambrería y carnicería, como de frutería. Por otro lado, son abundantes los comercios que continúan ofreciendo bolsas confeccionadas de plástico de un solo uso y que, con el fin de “quedar bien” con los clientes, se las otorgan, en su mayoría por desconocimiento o simplemente inconsciencia ambiental.

Algunos comercios se han ido reconvirtiendo –sobre todo a nivel gastronómico— donde han optado por ofrecer envases de cartón y papel, pero a menudo se encuentran con clientes que al final de la compra, siempre piden la bolsita.

Por otra parte, los espacios públicos amanecen cada día con botellas, bolsas, tapitas, envases de diversidad de productos que se esparcen con el viento e irremediablemente terminan enganchadas en árboles, en las cañerías y en los cursos de agua.

Este 2023 tocó concientizar sobre los plásticos que están convirtiendo al mundo en un basurero. Otros años han sido otras consignas, pero cada vez la celebración viene asociada a una gran problemática social de trasfondo que tienen los países en vías de desarrollo.