Día: 13 de agosto de 2023

El 2 de abril del presente año el editorial de nuestro diario se titulaba “Junta Departamental: ¡ganó Paysandú!”, cuyo tema principal era que la Junta Departamental había otorgado, por unanimidad de sus integrantes, “la anuencia necesaria para avanzar con la donación de la manzana del Corralón Municipal, la cual resulta necesaria para que en Paysandú se instale un campus universitario”.

En relación con ese hecho de indudable importancia resaltábamos que “la disponibilidad del Corralón Municipal se ha cristalizado mediante hechos concretos que impulsarán de forma significativa e inexorable el crecimiento de nuestra ciudad como un polo universitario referente no sólo a nivel nacional sino también internacional. La Junta Departamental, integrada por mujeres y hombres que han recibido el más importante de los mandatos (tal como lo es el emanado libremente de la voluntad popular en elecciones libres y democráticas) y el propio intendente Olivera han honrado el propósito para el cual fueron electos: trabajar por el bienestar de quienes habitan nuestro departamento, actuando ‘con luces largas’ y mentalidad de estadistas”.

Lamentablemente los acontecimientos de los últimos días están echando por tierra todo lo bueno que pudo haberse hecho en esa ocasión y hemos vuelto “a la chiquita”, a la política escrita con letras minúsculas que prioriza causarle un daño al adversario antes que un beneficio a la comunidad. En efecto, otra vez los que siempre han anunciado catástrofes de todo tipo y han deseado que las mismas se hicieran realidad (“cuanto peor, mejor”) pidiendo el “default” durante la crisis económica del año 2002 o el encierro total durante la pandemia causada por el COVID-19 hacen de las suyas. Enamorados de poner palos en cuenta rueda cometa el pecado de girar, esta vez el tema vuelve a ser el uso de los fondos provenientes del Fideicomiso Paysandú II, que según ellos deben usarse para financiar el campus universitario proyectado en nuestra ciudad.

Tal cual informó EL TELEGRAFO en la edición de la víspera, “La Mesa Departamental y la bancada de ediles de la Junta Departamental del Frente Amplio anunciaron en las últimas horas la presentación de una ‘propuesta de redireccionamiento’ para obtener el préstamo de seis millones de dólares necesario para realizar en una sola etapa el Campus Universitario”. El presupuesto es de 26 millones de dólares, de los cuales se han obtenido 20.

La “alternativa” presentada por el Frente Amplio es utilizar el Fideicomiso Paysandú II “que tiene recursos suficientes para hacer uso para este fin. Hay allí una disponibilidad importantísima de recursos que permitirían que esos 6 millones de dólares necesarios se obtengan de esta herramienta”. De acuerdo con el exintendente Mario Díaz, “la propuesta ‘tiene otras ventajas que tienen que ver también con los costos financieros. El préstamo de la Comisión Andina de Fomento (CAF) es un préstamo en dólares, con un interés del orden del 6,20% que representa para la Universidad de la República un pago por amortización solamente por concepto de intereses de 2,5 millones de dólares a lo largo de 9 años. La propuesta de fideicomiso tiene un interés del 3 y algo por ciento en Unidades Indexadas, con los cuales el interés pasa a ser 1.200.000 dólares, lo que representa un ahorro para la Universidad de la República del orden de 1.300.000 dólares”.

La verdadera intención del Frente Amplio de nuestro departamento es canalizar los fondos del Fideicomiso Paysandú II hacia la UdelaR so pretexto de “proteger” a la Intendencia de un supuesto desfinanciamiento en caso de que el préstamo se canalizara a través de la CAF. Presentado de esa forma, se trata de una actitud loable, desinteresada y ajena a cualquier objetivo político partidario, pero es sabido que la política no funciona así.

La realidad es muy diferente: el Frente Amplio quiere bloquear de cualquier manera el uso de los fondos del Fideicomiso Paysandú II, el mismo que impulsó cuando pensaba que ganaría las elecciones departamentales de 2020 y resultó siendo un tiro “que le salió por la culata” teniendo en cuenta su pésimo resultado electoral en esa contienda departamental. Al igual que la muchacha protagonista de la fábula “La lechera y el cántaro de leche” de Jean de La Fontaine, el Frente Amplio local ya proyectaba obras con los referidos fondos hasta que pasó algo que la soberbia que otorga el ejercicio del poder no pudo prever: las elecciones fueron ganadas por el hoy intendente Nicolás Olivera. Habiendo perdido en la cancha, el Frente Amplio sanducero busca hoy ganar en la liga, presentando para ello cualquier tipo de propuestas que tranque la ejecución de los fondos que ellos mismos impulsaron. Hoy el pretexto será la UdelaR, mañana quién lo sabe. Una actitud de mal perdedor y de peor aspirante a gobernante.

Al igual que Sancho lo hizo con Don Quijote en la obra de Cervantes que inmortalizó las andanzas del supuesto caballero, la Universidad de la República sigue su tradición de fiel escudero y brazo académico del Frente Amplio y se suma dócilmente al intento de bloquear de cualquier forma el uso de los fondos de mencionado fideicomiso. A la cita solo falta el Pit Cnt para que la tríada que durante décadas ha actuado en forma coordinada y consensuada (Frente Amplio, UdelaR y Pit Cnt, a la que en este período se sumó la “Intersocial”, que son los mismos pero con etiqueta diferente) quede perfectamente conformada y se dedique a lo que sabe hacer mejor: impedir cualquier progreso, entorpecer la actuación de las universidades privadas, acallar al que piensa diferente y defender a capa y espada sus feudos de cuotas sindicales, vicepresidentes que usan su tarjeta corporativa para compras personales y adoctrinamiento de jóvenes para la trasnochada izquierda uruguaya.

Estamos seguros de que, en los próximos meses y ante las instancias electorales que se avecinan, ese trío intensificará sus acciones contra el gobierno departamental, como ya lo hace a nivel nacional prácticamente desde el principio de la actual administración.
Lo paradójico es que en este caso, enceguecidos por perjudicar de la forma que sea el desempeño de la actual administración departamental, están dispuestos a arriesgar el futuro de un proyecto que sin dudas le redituaría mucho a la izquierda, como es el desarrollo de la Universidad en Paysandú. De hecho la Universidad ha sido desde siempre un semillero formidable de donde la coalición de izquierda ha sabido “rescatar” gran parte de su juventud mejor preparada, y para ello la alta casa de estudios dedica buena parte de sus energías. Y hasta nos atrevemos a pensar que si en los últimos 15 años la desde siempre ultracentralista Universidad ha logrado la expansión al Interior que hoy tiene, probablemente se deba al interés de captar esa juventud a la que la Izquierda no llegaba desde la capital. Pero en este caso increíblemente la ceguera ideológica está pudiendo más.

Ninguna política pública de largo plazo puede construirse con ese espíritu de confrontación permanente y por cualquier tema; por ello mismo el gran perdedor de la actitud asumida por el Frente Amplio en la presente legislatura departamental y en los temas de la agenda local será el departamento de Paysandú, el cual merece otra calidad de discursos y conductas políticas. Utilizando las palabras del dos veces presidente de la República, Dr. Tabaré Vázquez, en este caso como en tantos otros temas departamentales, “se equivocó la paloma”. → Leer más