Ante la presencia de familiares, vecinos, autoridades del Instituto Nacional de Colonización (INC), encabezadas por su presidente Julio Cardozo y técnicos de la Unidad Experimental Glencoe INIA Tacuarembó, tuvo lugar este sábado la celebración del retiro de la colona Petronila Custodio y transferencia del predio a sus hijos, una de las primeras arrendatarias de la Colonia “Fernando J. Baccaro”, que este año está cumpliendo su 50º aniversario y se encuentra ubicada a 140 kilómetros de nuestra ciudad.
Para este “doble festejo” que se desarrolló en un ambiente familiar y de auténtica celebración, en las instalaciones del INIA también estuvieron presentes los nietos de Fernando J. Baccaro, el director y el gerente de EL TELEGRAFO, Fernando Alberto, y Martín Baccaro, respectivamente, el gerente General del INC Mario Monzón, la subgerente general Corina Valdez, los integrantes del Directorio Rodrigo Herrero, Walter Rodríguez, Andrés Barterreche, y el encargado de la Regional Paysandú, Jorge Azziz.
Comenzó con una breve reseña de la creación de la colonia y de la explotación de la familia Galiano Custodio. En base a datos recogidos en la investigación (gentileza de Agustín Juncal), se estableció que “en 1971 el INC escrituró en su favor el campo que hasta ese momento era conocido como Estancia Glencoe. Ubicado a 140 kilómetros de la ciudad de Paysandú, cuenta hasta la actualidad con una superficie de 9.371 há. Su antigua propietaria era Natalia Baccaro Henderson y otros. La compra venta del campo se realizó de forma directa”, convirtiéndose en el inmueble 542 del Instituto.
DESIGNADA FERNANDO J. BACCARO
“El 8 de febrero de 1973 (Acta 2940, resolución 30), el inmueble 542 fue designado con el nombre de Fernando J. Baccaro. La propuesta fue realizada por el vicepresidente del INC, Ing. José E. López Laphitz”, argumentando que “fue un periodista de fuste como hay pocos en el Interior”.
En ese sentido, expuso que “su padre fue el fundador del diario EL TELEGRAFO y ya en el año 1926 tomó las ruedas del mismo y fue director durante 40 años, transformándolo en un diario para todos. Tanto es así que, cuando falleció, EL TELEGRAFO tenía un tiraje de 11.000 ejemplares, al que no alcanzaban algunos diarios de la capital. A través de su pluma, EL TELEGRAFO estuvo palpitante con la realidad de Paysandú, impulsando la implantación de las principales industrias con que cuenta este departamento, trabajó incansablemente por la descentralización industrial y batalló por la creación de la Universidad del Litoral, cuando hoy aún se habla de la creación de la Universidad del Norte”.
“Fue creador e impulsor de innumerable iniciativas y el vigor adquirido hoy por Paysandú, se debe en gran parte a su prédica y a su esfuerzo personal, ya que sin lugar a dudas, fue el adalid de muchos logros puesto que no se limitó solamente a trabajar con su pluma, sino que brindó generoso además su apoyo personal”.
Y cerrando su propuesta, recordó que “la creación del Instituto Nacional de Colonización recibió un gran impulso de EL TELEGRAFO a través de artículos suyos por lo que considero que es justo este homenaje que propongo rendirle”. Y concluye que “si esta moción fuera aprobada, la misma sea puesta en conocimiento de su hijo, Fernando Miguel Baccaro, actual director y de la señora Natalia Baccaro de Henderson”, quien fuera esposa del propietario de esos campos, Dn. Juan Carlos Henderson.
LOS PRIMEROS COLONOS
Tras aprobarse el 2 de mayo de 1973 el gasto de fraccionamiento, “el 10 de abril se habían adjudicado las fracciones, a excepción de la fracción 90 reservada al CIAAB, desde 1972”. De acuerdo a un mapa que se proyectó en esta ocasión, los primeros colonos en ocuparla fueron: Rius Bracco, Rodríguez, Dubosc, Domínguez, Bulanti, López, Alvarez, y Galiano, este último esposo de hoy homenajeada, Petronila Custodio.
“LA PORFIN”
Uno de los momentos culminantes del acontecimiento, fue la presentación de un audiovisual en la que Petronila narró sus inicios en la actividad junto a su esposo, las peripecias del proceso de transferencia, lo que la llevó a denominar su establecimiento de 1002 há “La Porfin”. Su relato reflejó el esfuerzo de la mujer rural en el interior profundo, que quedó viuda tempranamente con tres hijos en un medio muchas veces hostil y con un sinfín de limitaciones. No obstante, su espíritu de trabajo y de lucha, la llevó a permanecer en el predio cumpliendo religiosamente con sus obligaciones, lo que le fue reconocido en el momento de la transferencia, y que también ahora fue destacada por el propio presidente de la institución. “Nací en Tranqueras, el 25 de febrero de 1936, soy colona hace 50 años”, comienza diciendo Petronila Custodio, quien hasta el día de hoy anda a caballo, según nos contó una de sus nietas. Contrajo matrimonio con Florentino Héctor Galiano y tuvo tres hijos: María Ercila, Florentino y Gladys. Le adjudicaron la fracción en agosto de 1973 “y nos vinimos a vivir en febrero de 1974”, recordaron sus hijos, contando que la casa era muy precaria y pequeña. Se trata de una explotación ganadera y en su relato testimoniaron cómo han ido evolucionando en la producción de ovinos y vacunos, asegurando su hijo que “para mí este campo es como si fuera nuestro”, donde además trabajan sin colaboradores; “acá somos casero, peón, alambrador”, sintetizó.
“UN EJEMPLO DE VIDA”
El presidente del INC, en tanto, en sus palabras refirió a este “testimonio del sacrificio y responsabilidad de una familia”, considerando que Petronila “es un ejemplo de vida”. “Hoy están sus hijos, nietos y bisnietos”, detrás de esta colona, destacó, asegurando que “ese testimonio y perseverancia nos alegra muchísimo”. “Ella quiere seguir siendo residente; ese es el espíritu” de Colonización, subrayó, señalando en tal sentido que a partir de “necesidades que escuchamos en todo el país, hemos hecho un espacio especial para la mujer rural” y precisamente “ella es el gran ejemplo, la voluntad de la mujer de estar, de permanecer y dar un consejo”, consideró. “Están todas las condiciones para hacerlo y ahora con todas las comodidades” para continuar en el medio, señaló entendiendo que estas “son experiencias de vida que hay que valorar, porque estos ejemplos transmiten el amor a la tierra”, y al mismo tiempo “el adaptarse, el saber cambiar a tiempo”, como lo evidenció el testimonio de su hijo respecto a los cambios implementados durante los años en la producción en el predio. Reafirmó que es un ejemplo de familia de trabajo, de lo que es el pequeño productor rural. Finalmente destacó a “la familia Baccaro, que son parte de la historia”, como a “los compañeros de Directiva”, presentes, y a los de la Regional Paysandú “que colaboraron para que esto fuera posible”.
Luego, se procedió a la firma del contrato de Colonización con los hijos de Petronila, para finalizar con la entrega de un presente a esta colona, una matera confeccionada en cuero por un artesano de Tacuarembó, por parte de Carolina Valdez, en tanto la agasajada entregó presentes a autoridades y a los nietos de Fernando J. Baccaro.
Para dar cierre a esta emotiva celebración, se compartió el almuerzo en el que se sirvió el tradicional asado a las brasas. → Leer más