La última actividad de la 8ª Feria del Libro de Paysandú fue el recital “Que el verso sea”, el cual combina la música del montevideano Diego Kuropatwa con las palabras del escritor artiguense Fabián Severo. En el mediodía de un domingo muy lluvioso, el Auditorio “Miguel Ángel Pias” de Casa de Cultura se llenó de música y literatura, creando un diálogo no sólo entre las canciones y los textos en el escenario, sino también con el público presente.
Fabián Severo, ganador en 2010 del Premio Morosoli de Bronce en la categoría de Poesía, y en 2017 del Premio Nacional de Literatura en 2017, es conocido por incorporar en su obra el dialecto fronterizo que se habla en la región limítrofe de Uruguay con Brasil. “Como soy de Artigas, la lengua de mi madre, de mis abuelas, de mis vecinos, es el portuñol”, explicó él mismo en el recital. “Nosotros allá hablamo misturando, entreverando las palabra”. Cuando comenzó a escribir, siendo estudiante en Montevideo, agregó, “las palabras me vinieron todas torcidas, entreveradas, como hablaba mi madre”. Ya había visitado Paysandú en ocasiones anteriores, presentando su novela “Viralata” en una edición previa de la Feria del Libro o compartiendo recitales con su coterráneo Ernesto Díaz y/o con el riverense (sanducero por adopción) Ernesto Amir.
Por su parte, Diego Kuropatwa, “Kuropa”, es un refinado guitarrista, un muy buen cantante y un auténtico maestro de la canción de autor, que también ha traído su arte a Paysandú otras veces. “A Fabián lo conozco desde hace muchos años. Tengo una admiración total por su obra”, dijo. “Y de esa hermandad que se fue dando en algunas reuniones, en algunos asados, surgió la posibilidad de empezar a juntarnos. Hace un año estamos misturando, como dice él, canciones y poesía”. Desde que iniciaron esta propuesta compartida se han presentado varias veces en Montevideo, como también en San Luis, Maldonado, Minas y otros puntos del país.
La intensidad del encuentro
En el recital, canciones como “Para regresar”, “El lugar”, “Madre naturaleza”, “Universo”, “Ella”, “Siete palomas”, “Gente” o “Yo no pido”, de Kuropa, se mezclan y alternan con textos de Severo como “Una de arroz, dos de agua”, “Palabras tortas”, “Creer o reventar”, “Un pueblito abandonado por ahí” o “Trinticuatro”, entre otros. Y mientras se va creando una historia, cada una de las partes se resignifica a partir de la otra, transmitiendo sorpresa, humor y nostalgia en cada palabra y nota. “Se creó un clima precioso”, dijo Severo una vez culminado el recital. “El objetivo es ese, que sea un diálogo, que se pueda intercambiar con la gente. Y creo que aquí se pudo lograr”. La mejor prueba de haber alcanzado este objetivo fueron los comentarios que los artistas recibieron cuando se preparaban para interpretar el bis. “Para mí fue un regalo para el alma”, comentó alguien. “Gracias por hacernos recordarnos a nosotros mismos”, añadió otra persona. La reflexión final de Severo estuvo en la misma línea: “Que bueno que tengamos un poquito de tiempo como de mayor calidez, de mayor intensidad de encuentro. Que podamos juntarnos para leer, y cantar, y conversar. Para nosotros es imprescindible. Sobre todo en estas épocas, cuando parece que ya no hay tiempo para eso. Pero hay”, fueron sus palabras.
Eduardo Lemes. → Leer más