Ministro Mieres: “La ley de los cincuentones fue una corrección, nada que ver con el planteo del plebiscito”
El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, rechazó el argumento de las organizaciones a favor de una reforma previsional por plebiscito, que promueven la derogación de las AFAP y cuyos fondos se destinen a un fideicomiso, similar a lo ocurrido con la denominada “ley de los cincuentones”. La Ley 19.590 permitió la desafiliación de las AFAP a quienes fueron obligados a ingresar al sistema de ahorro individual, cuando en 1996 comenzó el sistema mixto de seguridad social y se encontraban próximos a cumplir 40 años de edad. “No tiene nada que ver con el mecanismo que se usó para resolver un problema que se había generado en la reforma de 1996. La gente que en ese momento era cincuentona y llegaba al momento de la jubilación, había ingresado en el régimen mixto más tarde. Tenían menos ahorros que los más jóvenes. Ahí se permitió que se asesoraran y resolvieran quién volvía al régimen de solidaridad intergeneracional y quien se mantenía en el régimen mixto. Esa fue una buena solución que le salió cara al Estado, pero que se va a ir pagando con el transcurrir de los años. Pero fue una corrección”, dijo Mieres a EL TELEGRAFO.
IMPACTOS
El ministro recordó que durante su última comparecencia al Parlamento, explicó “el impacto que tendría la aprobación de un plebiscito para la reforma de la Constitución. La verdad es que estamos muy preocupados con esta propuesta que me sorprendió desde que se votó en el Pit Cnt. Una cosa es estar en contra de algunos aspectos de la reforma de la seguridad social, y otra cosa es una propuesta que, en caso de aprobarse, dinamita el sistema”. Mieres aseguró que “genera un impacto del déficit brutal y no lo digo yo, sino también un número muy importante de economistas que no intregran partidos de la coalición. Es decir, el sistema de seguridad social –por razones demográficas muy conocidas– tiene un proceso de déficit creciente desde hace muchos años. Implica, incluso, que siete puntos del IVA se usen para pagar el déficit de la seguridad social”.
La reforma “buscó una serie de equilibrios y todos los partidos –los que estamos en el gobierno y el que está en la oposición– dijimos en la campaña electoral de 2019 que había que hacer una reforma de la seguridad social para mejorar la sostenibilidad”.
EDAD DE 60 AÑOS
Ejemplificó que “fijar en la Constitución la edad de 60 años para la jubilación no lo hace ningún país del mundo. Es una variable para considerar, porque si se aumenta la expectativa de vida significa que a determinada edad hay mucho más tiempo vital por delante. Si se ancla la edad de retiro mínima, el problema es que se tendrá cada vez más déficit”. El secretario de Estado precisó que “los 60 años de edad se fijaron en Uruguay hace cien años. Hace un siglo la gente tenía una expectativa de vida de 63 o 64 años. O sea, comenzaban a cobrar la jubilación y en pocos años se morían. Ahora, con 60 años hay una expectativa de vida de más de 20 años. A eso le agregamos que tenemos una tasa de natalidad que se desplomó y está en 35.000 nacimientos por año, cuando hace unos años era de 50.000 nacimientos. Eso provoca un desequilibrio que hay que resolver”.
JUBILACIONES CON SALARIO MÍNIMO
Por otro lado, la iniciativa pretende equiparar las jubilaciones mínimas al nivel del salario mínimo nacional. “Con la reforma que votamos, el déficit de la seguridad social en los próximos años se incrementará solo dos puntos del PBI, mientras que con el cambio que propone el plebiscito salta a 8 puntos. O sea, el déficti se multiplica por cuatro y atarlo al salario mínimo nacional implicará que futuros gobiernos –sean del palo que sean– tendrán problemas para aumentar el salario mínimo nacional porque saben que irá atado al aumento jubilatorio. Por lo tanto, el aumento del déficit se vuelve imparable”.
DEROGACIÓN DE AFAP
Finalemente, la propuesta plantea la derogación de las AFAP. “Implica la confiscación de los ahorros ciudadanos. Hay un millón de personas que tienen sus cuentas a nombre propio para complementar sus futuras jubilaciones a través de las AFAP, mediante la renta vitalicia. La reforma propone confiscar esa plata, meterla en el BPS y licuarla en el sentido de que deja de ser una cuenta personal. Eso significará una andanada de demandas al Estado porque ni siquiera le expropian los ahorros”. Mieres señaló que “en el Parlamento expliqué que expropiar significa pagar un precio. Acá es una confiscación lisa y llana. El único país que hizo eso fue Argentina hace unos cuantos años y ya sabemos cuál es la situación”.
CERTEZA JURÍDICA
De acuerdo al ministro, Uruguay “pierde un valor muy preciado que es la certeza jurídica. El país hoy se endeuda a bajas tasas de interés porque tenemos un grado inversor y con esta iniciativa se dinamita el grado inversor”. Resumió que la iniciativa que plantea un plebiscito “es demagogia pura. Porque no le dicen a la ciudadanía cuánto le va a costar pagar esta cuenta. Implica aumentar los aportes de los trabajadores que hoy pagan el 15% sobre el nominal y que con el incremento del déficit probablemente tengan que aumentar las tasas de aportes hasta un 20% o 30%, que es el doble. O sea, van a perder salario real”. Según el ministro, la redistribución “es regresiva porque, entre otras cosas, impide que se puedan dedicar recursos a atender la pobreza infantil que es otro de los dramas que tenemos los uruguayos. Creo que la reforma que aprobamos es la mejor posible. De hecho, trabajamos dos años y medio, escuchamos a todo el mundo y buscamos los acuerdos. Además, este plebiscito no afecta solo a la reforma votada el año pasado, sino que elimina el régimen mixto de 1996. O sea, es destruir el sistema de seguridad social”.