“Lo del 30 de diciembre quebró algo que no se recompone”, dijo el intendente Nicolás Olivera. Se refería a cómo un grupo de personas lo insultó y agravió ese día, durante la manifestación del personal de los 8 centros CAIF y Centro Siempre que al siguiente día culminaban sus contratos, sin que les fueran renovados por parte de la Intendencia como empleador”.
“Había actores políticos que no hicieron nada para que la institución Intendencia no se viera afectada en su honor”, agregó.
Destacó Olivera que “las puertas de la Intendencia están abiertas a cualquier planteo, reclamo, manifestación. La libre expresión está garantizada por la Constitución y este Intendente también la garantiza. Pero siempre hay una línea que si se cruza se quiebra algo. Eso ocurrió el 30 de diciembre”.
“Le faltaron el respeto a la institución Intendente de Paysandú, a Nicolás Olivera y a su familia”, dijo con énfasis. “Cuando se defiende con tanto ahínco la democracia, el diálogo y el respeto, hay que ser parte del diálogo y el respeto para poder demandarlo”, subrayó.
“Esa manifestación que se dio frente a la Intendencia fue organizada evidentemente por un grupo de gente que buscaba garantizar sus derechos laborales. Pero había actores políticos y actores que son ajenos al reclamo laboral de estos trabajadores”. Fue desde ese grupo que “le faltaron el respeto con agravios e insultos que son lacerantes de la institucionalidad. A mi persona le faltaron el respeto y a mi familia”.
“Hay gente que ha decidido hacer política en base al agravio, una forma que hasta ahora no la conocía. Se instaló una nueva forma de hacer política el 30 diciembre, faltándole el respeto a una persona e institución. Estamos abiertos a todos los reclamos, pero esto realmente me dolió, como persona e institucionalmente”, concluyó el intendente Nicolás Olivera.
