Gobierno argentino aprobó construcción de cinco plantas de tratamiento de efluentes

Con una inversión de unos 80 millones de dólares, el gobierno argentino aprobó la construcción de cinco plantas de tratamiento de efluentes cloacales sobre el río Uruguay. Comprende a los municipios entrerrianos de Concordia, Colón, San José, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú, en el marco del Programa de Saneamiento Integral de las Ciudades de la Cuenca del Río Uruguay.
Se trata de una inversión muy importante, con plazo de ejecución de cinco años y financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), según informan medios argentinos como La Calle, 03442 Noticias y elentrerios.com.
Las obras implican la ampliación de los sistemas de alcantarillado y el tratamiento de aguas residuales, pero sobre todo significa un avance en el cuidado y preservación del medio ambiente, considerando la importancia del río Uruguay en toda la cuenca.
El gobernador entrerriano Gustavo Bordet, en una visita a Concepción del Uruguay, se refirió a la planta que será construida en esa ciudad, detallando que para “Concepción del Uruguay esto representa una obra de 20 millones de dólares, sobre cuyo proyecto ya estamos trabajando, con el crédito aprobado para poder llamar a licitación en las próximas semanas”.

INCLUYE A CIEN MIL HOGARES

El programa de construcción de las plantas beneficiará a casi 100.000 hogares de las cinco ciudades, donde se ampliarán los sistemas de alcantarillado y el tratamiento de aguas residuales, y contempla obras nuevas y de rehabilitación, optimización y expansión de los sistemas de recolección (incluyendo conexiones intradomiciliarias), tratamiento y disposición de efluentes cloacales. También incluye la remediación de pasivos ambientales asociados con las instalaciones que saldrán de funcionamiento.
A partir de la ampliación de la cobertura de los desagües cloacales, el tratamiento de las aguas residuales y la mejora de la capacidad de gestión de los servicios, el programa prevé garantizar la seguridad del agua y evitar que la comunidad aledaña al río Uruguay –incluyendo las ciudades de la costa uruguaya– quede expuesta a brotes de enfermedades infecciosas y gastrointestinales por la contaminación orgánica provocada por la descarga de aguas cloacales sin tratamiento en las playas.