“Que cuando la persona recupere su libertad, no caiga en el precipicio”

La reunión contó con una amplia participación institucional.

El director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), comisario general Luis Mendoza (antiguo jefe de Policía sanducero), estuvo en Paysandú junto al comisionado de Cárceles, Juan Miguel Petit, y se reunieron con representantes de instituciones públicas y privadas para analizar la situación de las personas privadas de libertad (PPL) en general y en particular en la cárcel de Paysandú, donde hay 376 presos.
Entre otros temas, se habló sobre las alternativas de impulsar medidas que permitan la rehabilitación de los detenidos, el fomento del estudio y el aprendizaje de oficios, así como buscar soluciones para la sobrepoblación que registran las cárceles.
“El INR tiene 26 unidades de privación de libertad, con 13.084 personas privadas de libertad en todo el Uruguay, y desde el 1º de marzo a la fecha aumentó en 1.300 personas. Por eso nuestra preocupación es la superpoblación, y que los PPL puedan ser alojados en condiciones dignas”, dijo Mendoza, y detalló que “hay gente durmiendo en colchones puestos en el piso, se está planificando la construcción de camas para ver de qué manera darle las mínimas condiciones para trabajar en la rehabilitación de esas personas, que es la misión del INR”.

Clima de paz y orden

Sobre cómo se maneja la disciplina con esa cantidad de personas dentro de las cárceles, Mendoza dijo que “la disciplina es parte de la seguridad. En la parte operativa es fundamental mantener la seguridad como cimiento para después edificar el tratamiento y la rehabilitación. Si no hay un clima de paz, en orden y en tranquilidad, no se puede trabajar en la parte técnica, el trabajo, el estudio, la cultura y el deporte que son los pilares fundamentales en el tratamiento para la rehabilitación de las personas privadas de libertad”.
Afirmó que “es una preocupación, por eso continuamente se están haciendo operativos, se hacen requisas para mantener el orden interno y también el trabajo técnico, de todos los operadores y policías que permanentemente dialogan con las PPL, muchos jóvenes que tienen problemas de adicciones, que es otra preocupación que tenemos. La adicción a las drogas es todo un problema y en muchos casos es causante de su reclusión y después un problema en la convivencia de las personas”.

Prepararlos

También se trabaja en la propuesta de que la persona, una vez liberada, no reincida en el delito, y al respecto el jerarca del INR dijo que “por eso hay que trabajar adentro, preparar esa persona. Y cuando está recluido, no puede estar encerrado porque el ocio es la peor compañía que tiene. Hay que prepararlos, hacer talleres, darle el hábito del trabajo dentro de la cárcel, que aprenda un oficio para que cuando recupere su libertad se pueda reincorporar en la sociedad. Pero para eso hay que trabajar adentro, y también ayudarlo el día después, porque cuando salga en libertad esa persona tiene que tener una ayuda, un oficio, para que cuando solicite trabajo y le pregunten qué sabe hacer, dé una respuesta. Por eso dentro de la cárcel deben tener oficios generados en talleres. Y para eso se trabaja en el pre-egreso, una persona seis meses o un año antes de recuperar su libertad, debe estar preparada”.
Argumentó que “por eso hoy estuvieron presentes los diputados, el intendente, representantes del Mides y de CARU, muchas instituciones públicas y privadas que deben trabajar en conjunto. Por ejemplo en el caso de la Unidad 4, el Comcar, el Mides puso una oficina para ayudar en el pre-egreso, y que cuando la persona recupere su libertad no caiga en el precipicio y se pueda reinsertar en la sociedad”.

Un solo caso de COVID-19

En cuanto al manejo de la pandemia de COVID-19, recordó que “se dio solo un caso en la unidad 4, conocida como Comcar, una persona que fue lesionada y cuando ingresó al hospital de Las Piedras, por protocolo se le hizo el hisopado y dio positivo. Pero es el único caso, y por eso pasaron en cuarentena privados de libertad y policías, pero los hisopados dieron todos negativos”.
Dijo que “es un trabajo que hay que reconocer de todos los funcionarios del INR, de los privados de libertad y todos los familiares que han colaborado con las medidas y la reducción de las visitas. Es un protocolo por el cual ingresa una sola visita por interno y últimamente se dejó que entrara un menor por cada privado de libertad, como forma de que ingrese la menor cantidad de personas a las cárceles”.