Alvaro Lamas: “un hombre que no tenía descanso”

“Es tanta la emoción que siento, que no puedo hablar”, dijo Alvaro Lamas, al ser llamado por EL TELEGRAFO. Y recordó cuando aquel joven de 33 años recorría el centro sanducero en un carro y lo vio parado al frente de una automotora en que trabajaba. “Me señaló con el dedo como diciéndome con vos tengo que hablar. Y lo que vino después fue su ofrecimiento para ser secretario general durante su primera administración, cargo que después seguí como suplente en el siguiente período”, contó. “Jorge era un hombre que no tenía descanso, estaba todo el día para la intendencia”, dijo Lamas.

En la relación “de todos los días con el trato de los personas o la resolución de problemas, pese a que tenía un vozarrón grande y fuerte, jamás tuvo actitudes fuera de lugar en el desempeño de su cargo. Jamás destrató a nadie, ni a la gente que fuera a visitarlo ni al funcionario. Además de la relación de amistad de tantos años antes, la cultivamos hasta el cansancio en la intendencia. He sentido mucho lo que le ha pasado ahora y me emociona tan solo el recuerdo”, dijo Lamas.