El Remeros aprovechó el cierre para hacer mejoras

La institución reabrió las puertas para sus socios, aunque todavía no se reactivó la piscina. Cuando lo haga se verán mejoras en los vestuarios y en la caldera.

El Club Remeros Paysandú reabrió ayer sus puertas después de un período de inactividad obligado por las medidas sanitarias dispuestas por el gobierno, aunque lo de inactividad es relativo, porque en realidad la institución siguió trabajando puertas adentro para realizar mejoras.

El regreso estuvo a la altura de las expectativas, dijo a EL TELEGRAFO el presidente Alejandro Peculio, aunque no ha sido total. “La piscina no está habilitada aún, que es lo principal del club, pero como únicamente está habilitado con fines terapéuticos nosotros no podemos hacer uso todavía de ella. Pero después, todo el resto de las actividades se reiniciaron, con menos gente, pero la respuesta fue bastante buena”, indicó. La otra excepción por el momento es el judo, por sus características. Pero también volvieron a abrirse actividades como tenis, gimnasia y gimnasia funcional. “La gente se está cuidando y no es que haya una gran afluencia de socios, pero se ve que la gente estaba ávida por volver a hacer deporte”, señaló.

MEJORAS IMPOSTERGABLES

Estas circunstancias por las que ha tocado pasar, de escasa actividad, han permitido llevar adelante algunas inversiones que venían siendo necesarias para seguir funcionando.

“Aprovechamos el parate del año pasado para hacer algunas obras que eran impostergables: en su momento arreglamos toda la piscina, la vaciamos la acondicionamos, la pintamos, con la ayuda de socios que colaboraron se pusieron los andariveles nuevos, porque estaban un poco viejos, gastados. Incluso con el apoyo de gente allegada al club que está en otros lugares, que ni siquiera están en la ciudad”, destacó el directivo. También se hicieron otras obras menores, pero igualmente necesarias, sobre todo sabiendo los históricos problemas que ocasionan las inundaciones a la institución.

Todas estas obras se realizaron con el apoyo de los socios. “Acompañaron muy bien, siguiendo con el aporte de la cuota; en algún momento se bajó la cuota a la mitad, entendíamos que no le estábamos dando al socio”, después se abrió y se cerró por períodos. “En ese ínterin se terminaron los trámites para el otorgamiento del mecenazgo”, un trámite que llevó adelante la comisión directiva anterior que permitió el apoyo de dos empresas que aportaron fondos para la refacción de los vestuarios, que será otra de las novedades que encontrará el socio del Remeros cuanto regrese la actividad de piscina.

FALTÓ APOYO

El secretario, Rodrigo Ferreira, destacó que esta conducción, asumida en 2019, logró dar pasos significativos ante una situación bastante complicada en lo financiero. “A base de mucho esfuerzo, de meter no solamente cabeza sino físico logramos duplicar la masa social, logramos hacer algunas refacciones absolutamente necesarias, pagamos haberes, aguinaldos atrasados, licencias, logramos regularizar la situación de los trabajadores”, destacó. También se pudieron pagar “dos juicios de cientos de miles de pesos que acarreaba el club”, y que habían ocasionado embargos, “que logramos levantar, obviamente no sin muchísimo esfuerzo”. Además se logró reducir la morosidad.

Javier Dalmás, subsecretario, indicó que “a pesar de la pandemia hoy por hoy el club está con todas las cuentas al día en lo que tiene que ver con sueldos, servicios, convenio con BPS, con Banco de Seguros; con absolutamente todas las cuentas al día”, y valoró que, a pesar de las dificultades se hizo una importante inversión en la caldera, “esos impostergables, que a veces se postergan”. Manifestó que la refacción tiene un costo de más de 10.000 dólares. “Para las arcas del club es un dinero importante. En eso contamos con el apoyo de varias empresas, como Sanitaria Paysandú, Fempay, Lipin y la Intendencia, que adelantó algo de dinero de un convenio que tenemos, lo que nos permite abaratar un poco la mano de obra”, dijo.
“El saldo, a pesar de todas las dificultades es alentador, si logramos que dentro de todo se vaya regresando a algún tipo de normalidad, aunque sea alternativa a la que conocíamos, estamos con ganas y es lo que queremos transmitir”, aseguró Dalmás.

CONVENIOS TRANCADOS

Pero para los directivos hace falta algo más para que el Club Remeros pueda dar un salto de calidad. “No tenemos ingresos por fuera, como otras instituciones, que han tenido la colaboración de CTM, que han hecho convenios con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas”, dijo Ferreira.

Peculio agregó que “para ofrecer algo que permita aumentar la capacidad de socios, nosotros no tenemos esa posibilidad porque hay una deuda histórica del club con el BPS, muy anterior a varias comisiones para atrás, es de antes”. Según el presidente, cuando consultaron sobre posibles fórmulas para solucionar este tema se les dijo que “es la realidad de decenas, de cientos de clubes del país; por lo que encontrar una solución solo para el club es casi imposible”.

De allí que la directiva entiende que debe ser un mensaje “para las autoridades a nivel nacional. Son deudas impagables, para nosotros y para cualquier otro club, y creo que estaría bueno que se pudieran dejar atrás, condonar esas deudas, como se ha hecho en otros rubros, en otros ámbitos, y mirar para adelante”.