La mujer que acompañó a Larrañaga desde su primera gestión política

María Dolores Alvarez el día en que Jorge Larrañaga le cedió su banca en el Senado.

Si alguien pensaba en Jorge Larrañaga, la forma en cómo contactarlo (aunque no era nada difícil hacerlo directamente) o qué pensaría… esa era María Dolores Alvarez, la mujer que más lo acompañó durante su actividad política. Desde su primera gestión como intendente, cuando recorría como ningún otro político el interior del Interior, el cruce entre los dos fue importante. Acongojada por el dolor de la pérdida, contó a EL TELEGRAFO cómo nació la amistad que la llevaría a ser la secretaria, amiga, compañera y fiel colaboradora en la política y fuera de ella. “Conoció a Jorge cuando estaba en su primera administración como intendente y recorría la campaña como nadie”.
“Yo me desempeñaba como maestra rural y el siempre aparecía en los pueblos. Visitaba las escuelas, la gente, hablaba con todos y eso es algo que jamás perdió. Siempre que me veía me decía ‘vos tenés que venir más cerca de Paysandú’ y así con el tiempo fui acercándome a su tarea”, dijo.

“Allá por el año” 91 con Rubito (Ruben Alvarez, su hermano y excolaborador de la intendencia, ya fallecido) lo invitamos a una actividad con las aparcerías. En ese momento éramos solo tres aparcerías en el departamento. Como persona de campo que era, se sentía atraído por los caballos que eran su gran pasión, además del servicio al ciudadano, y le encantó la idea de ir haciendo cosas. Por eso hubo un año que nos juntó a las tres aparcerías y nos invitó a desfilar en Montevideo”.

“Nos contrató ómnibus y camiones para llevar los caballos y nos dijo clarito que esa era la primera y única vez que nos pagaba el viaje, que viéramos de organizarnos. Así, con sus ideas, le armamos el primer desfile por Paysandú Ciudad un 8 de Junio, multitudinario y con caballos”, dijo.

Caballo y política

Al radicarse a tiempo completo en Paysandú, Larrañaga vio en María Dolores las cualidades ideales que un secretario debe tener: educación, conocimiento, cordialidad, que guarda secretos y es de plena confianza. De esa manera, pasó a desempeñarse como secretaria.

“Como no sabía estar quieto, le empezó a nacer la idea de que teníamos que hacer algo más con las aparcerías porque le parecía que el desfile cada 8 de junio era poco. Y así surgió el Encuentro con el Patriarca con un puñadito de 14 personas que salimos para homenajear al prócer. Y Jorge siempre con nosotros”, recordó.

Un día, “estando como intendente en Holanda me llamó por teléfono –todavía me acuerdo mi sorpresa– y me dijo que teníamos que dar un salto más. Porque el Encuentro con el Patriarca estaba bien y había que seguir apuntalándolo, pero estaba convencido que había ir a Paraguay”, contó sobre la hazaña que emprendieron en 1997 a la que llamaron “Un camino a la libertad”. Durante 22 días recorrieron kilómetros a caballo hasta llegar. “Yo le dije a Jorge que estaba loco, hacer semejante travesía y el me contestó algo que siempre repetía y creo es la frase que lo identifica: ‘Yo no nací para no llegar’…” Y eso hicieron. Integrando la lista que lo llevó al senado en las pasadas elecciones, María Dolores es actual suplente en la banca. “Lo que ha pasado, que es parte de la vida, es de una tristeza grandísima. No solo se pierde una persona excepcional, sino un político con todas las letras, un líder. El Partido Nacional pierde a un gran referente. El gauchaje, la gente de tantos pueblitos, pierde a uno más de los suyos. Y en lo personal a un gran amigo de toda la familia con quien hemos pasado más de 25 años en actividad”, indicó.