El grupo de trabajadores a destajo de Chapicuy, que debido a la COVID-19 no ha tenido posibilidad de trabajar en las changas que realizaban antes de la pandemia, reclamó un mayor apoyo desde la Intendencia, ya que, de mantenerse la situación, advirtieron sobre el posible inicio de una huelga de hambre por parte de uno de los integrantes del grupo, Luis Mendieta.
Si bien la Intendencia les brindó unos metros de arena y algunas bolsas de cemento portland para fabricar y vender bloques de hormigón, esa cantidad inicial que fue vendida en cantidades pequeñas, fue insuficiente para que pudieran pagar algunas cuentas –algunos con cuatro y cinco meses de atraso– y contar con dinero para reponer la materia prima.
Según señaló a EL TELEGRAFO, hicieron una nueva solicitud a la Intendencia, esperando que, como habían adelantado las autoridades, la comuna comprara la producción de bloques, ya que les habían pedido que alguno de ellos se registrara como monotributista para poder comprarle. Sin embargo, aseguraron que no han tenido respuesta desde la Intendencia, pese a intentarlo en varias oportunidades. Hace unos dos meses, Mendieta fue a la sede de Presidencia de la República y si bien no pudo hablar con el Presidente Lacalle, le dejó una carta. El domingo hizo un video dirigido a Lacalle Pou solicitándole que visite Chapicuy y analice las soluciones que puede dar a sus pobladores, particularmente a los que están sin trabajo.
Así las cosas, confirmó a EL TELEGRAFO que al no tener respuestas ni otras posibilidades en la zona, se anotarán en el llamado a Jornales Solidarios, con la expectativa de ser sorteados. De mantenerse la situación, estaría dispuesto a llevar la protesta más lejos, e instalarse en una carpa cerca del Municipio de Chapicuy iniciando una huelga de hambre.