“Entiendo que se está violando un derecho principal, cual es el de la presunción de inocencia”, dijo a EL TELEGRAFO el exdirector de Turismo y edil departamental Alejandro Leites en referencia a la Resolución de la Intendencia de Paysandú, parte culminante de la investigación administrativa ante presuntas irregularidades en la adquisición de la lancha Pájaros Pintados 3. Precisamente esa investigación estableció que las hubo y apuntó a Leites como uno de los responsables.
Eso hizo que el edil indicara que “si bien hubo una investigación administrativa –como dice la nota– hasta que lo que puede haber arrojado esa investigación se pase a la denuncia en la Justicia y ésta se expida, no se puede aseverar ninguna irregularidad concreta de mi parte como se señala, que soy el responsable”.
Para Leites “esto es nada más que una jugada política de la que estamos siendo víctimas en el último tiempo. Se usa a la Justicia para crear distracciones políticas o ataques políticos a las personas que van, en una u otra fila, teniendo notoriedad. Llama poderosamente la atención que he realizado algunas denuncias sobre irregularidades en Termas de Guaviyú, y desde el Ejecutivo se me ataca. Pasó en otra oportunidad cuando marcamos faltas en la conducción de la Dirección de Turismo”. Ante esto, Leites reflexionó que “parece que este edil va marcando la agenda, o se pretende poner presión para que uno no haga el ejercicio pleno de su derecho, por ejemplo al pedir informaciones como edil de las denuncias que recibimos”.
Destacó que en la sesión de ayer de la Junta Departamental hubo 11 reiteraciones de pedidos de informes “porque no se tiene respuesta”.
Recordó que “en su momento, en campaña electoral, cuando también estábamos teniendo cierta notoriedad, salió el Ministerio de Turismo. Ojalá hubiese recibido en el ejercicio de la función el pedido de informes desde el Ministerio, que nunca llegó. Solamente me enteré a través de la prensa de la denuncia del subsecretario de Turismo. Pero formalmente nunca llegó. De otra manera lo hubiésemos contestado gustosamente”.
Alejandro Leites hizo hincapié en que “queda la tranquilidad de que se hizo el proceso licitatorio apegado a lo que marcan las normas. Iniciamos la compra de una lancha nueva, sostenemos que la lancha era nueva y la lancha fue entregada matriculada. Si está matriculada tiene que haber pasado todos los controles de Marina Mercante, es igual que cuando uno va y matrícula un automóvil.
Se hace la inspección vehicular y después de matriculado no se puede decir que está mal el certificado de importación. Si pasó la inspección, si la lancha se entregó matriculada, tuvo que haber pasado por todo el peritaje marítimo de rigor para expedir esa matrícula”.
“Por eso en el llamado habíamos pedido que se entregara la lancha matriculada. Porque eso hacía que se cumplieran justamente todos los pasos y los peritajes que exige Marina Mercante. Si la lancha fue entregada matriculada y aun así tenía vicios, no podía saberlo y no soy responsable”, concluyó.
