Diferentes culturas, diferentes miradas sobre los mayores

¿Es lo mismo ser una persona mayor en Uruguay, Venezuela, Japón, China o Noruega? ¿Todas las culturas tienen una misma visión y un trato similar con sus ancianos? Pues no.

Podemos abordar este interesante tema desde varios ángulos, uno de ellos podría ser pensarlo desde la perspectiva de cuánto apoyo recibe esta población desde el Estado para poder llevar adelante una vida digna. En este apartado, Noruega se hace con el puesto del mejor país para envejecer, con la salud y el transporte subsidiados, sistemas de pensiones de amplia cobertura y ambientes sociales favorables. La contracara de esto la encontramos en países como Afganistán o Uganda.

Pero hoy me interesa que abordemos esta temática desde un punto de vista más cultural, acercándonos a la visión que diferentes sociedades tienen sobre el hecho de “ser viejo”.
En occidente tenemos instalada una mirada negativa sobre el hecho de llegar a “viejo”, la cual se conoce como “viejismo”, un concepto que se refiere al conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones que se aplican en función de la edad.

Pero esto no es compartido por culturas orientales, como podemos ver en el caso de Japón o China.

En Japón, siendo uno de los países más envejecidos del mundo (casi un tercio de su población) muestran un gran respeto por sus mayores, incluso hay un día para celebrar esto, denominado Día del Respeto a los Adultos Mayores (Keiro No Hi).

Hay una gran conciencia sobre la importancia de la experiencia de estas personas, en contraposición al rechazo típico presente en las sociedades occidentales.
En China los ideales desprendidos del confusionismo conllevan a un gran respeto por los padres y los mayores. En estas enseñanzas se resaltan los valores del amor natural de los hijos por las personas de mayor edad, quienes les crían y amparan.

De este modo, esta doctrina entiende que una de las bases para el correcto funcionamiento de la sociedad es el respeto hacia los ancianos y solo así se podrá llegar a ser una sociedad virtuosa y exitosa.

ero no todo es color de rosa: los cambios demográficos y socioeconómicos de las últimas décadas han llevado a que ser “viejo” ya no sea un sinónimo de tranquilidad.
Hoy el nivel de pobreza entre las personas mayores es significativamente mayor que el de personas más jóvenes. En el caso de China el 45% de las personas mayores de 65 años atraviesan síntomas depresivos.

Pero sin dudas, a pesar de esta nueva realidad social en los países asiáticos, mucho podemos aprender de su forma de ver la vejez, no como algo que trae aparejado solo aspectos negativos vinculados al deterioro, sino valorando aspectos fundamentales como la experiencia de vida. Esto, conjuntamente con políticas estatales que velen por el bienestar de las personas mayores resultarían en un escenario que podría asegurarnos la dignidad que todos merecemos, sea cual sea nuestra edad.